- La ola de calor que desde ayer afecta a casi toda España tendrá su punto culmen entre mañana y el domingo, cuando se podrían superar los 44 grados de día y los 25 de noche en algunas zonas y dispararse el riesgo de incendio y los índices de radiación ultravioleta. Varias comunidades como Extremadura o Castilla-La Mancha han instado a evitar el uso de maquinaria agrícola o de otro tipo que pueda suponer un peligro de incendio, algo que también ha hecho Catalunya, donde la Generalitat ha prohibido hasta el próximo lunes las acampadas y las actividades deportivas en la montaña en las veinticuatro comarcas con mayor riesgo de fuego.

“Nos encontramos ante un episodio muy adverso que aconseja extremar las precauciones” ante la ola de calor “más intensa, extensa y duradera de lo que llevamos de verano”, valoró Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Se trata, ilustró, de un “episodio de calor sofocante” que se prolongará al menos hasta el martes y que se dejará sentir en toda la península y Baleares, a excepción de Galicia, las regiones cantábricas y Canarias, aunque el archipiélago tampoco escapará de las altas temperaturas a partir del sábado.

Tal y como anunciaban los pronósticos, la madrugada de este pasado miércoles ya fue muy calurosa. En ciudades como Zaragoza, Madrid, Barcelona o Valencia a las seis de la mañana se superaban los 22 grados; y en Sevilla, Almería, Murcia o Palma se situaban por encima de los 24 grados a esa misma hora. Las previsiones apuntan a la probabilidad de que se produzcan noches “tórridas”, aquellas en las que las mínimas no bajan de 25 grados, un fenómeno que, según la Aemet, ocurrirá en la cuenca del Ebro, zona centro y mitad sur peninsular, pero sobre todo en ciudades que generan “islas de calor urbana”, dando lugar a temperaturas nocturnas mas elevadas que en su entorno.

De momento, ayer se superaron los 40 grados de máxima en zonas del este, centro y sur de la península y en puntos de Baleares, mientras que hoy es probable que se alcancen los 42 grados en el noreste, sobre todo en el valle del Ebro e interior de Catalunya, en la depresión central de Lleida e incluso en los valles pirenaicos orientados al sur. Será entre mañana viernes y el domingo cuando los termómetros se dispararán dando lugar, de acuerdo con la Aemet, a las jornadas más calurosas de esta fenómeno meteorológico adverso que se notarán sobre todo en el valle del Guadalquivir, con temperaturas que de día rondarán e incluso superarán los 44 grados y de noche es posible que alcancen los 27.

Esos tres días de calor asfixiante las temperaturas máximas y mínimas estarán entre 5 y 10 grados por encima de lo normal en estas fechas en la mayor parte de la península, excepto a orillas del Cantábrico y Baleares, e incluso serán más de 10 grados superiores a lo habitual en puntos del noreste y de la mitad sur, todo ello “en plena canícula, el período habitualmente más cálido del año”. Entretanto en Canarias hoy empezarán a subir los termómetros, pero mañana, el fin de semana e incluso en los primeros días de la próxima semana la ola de calor también se dejará notar y es probable que se superen los 35 grados de máxima y que haya mínimas elevadas en muchos puntos del archipiélago.

Aunque existe “cierta incertidumbre” respecto al final de este episodio de calor sofocante, la Aemet estima que es posible que no se produzca en todas las zonas a la vez, de manera que el domingo podrían empezar a bajar los termómetros en el tercio norte, pero en el resto del Estado no se notará ese alivio e incluso podría repuntar algo el calor en puntos del Mediterráneo y Baleares.

El aire

Este episodio de calor intenso viene acompañado de polvo en suspensión africano que empeora la calidad del aire, aumenta el índice de radiación ultravioleta a niveles “muy altos o extremos” y dispara el riesgo de incendios en muchas zonas. De ahí que se recomiende extremar las precauciones y protegerse del sol, hidratarse y observar mayores cuidados hacia personas mayores y niños.

El cielo

Es probable que aparezcan nubes de evolución que podrían desembocar en tormentas, generalmente con muy poca precipitación o incluso secas, pero que tendrán aparato eléctrico y fuertes rachas de viento. El polvo en suspensión y la nubosidad generan algo de incertidumbre en cuanto al pronóstico de las temperaturas, “pero en cualquier caso, tanto las diurnas como las nocturnas serán muy altas, extremas, inusuales para esta época del año”.