El director de la Residencia San Jerónimo, de Estella, que consiguió mantener durante meses sin contagios a los residentes en el periodo más duro de la pandemia de coronavirus, ha hecho pública una emotiva nota en la que muestra su oposición a la vacunación obligatoria del personal de las residencias de mayores y destaca la actuación de los trabajadores y los mayores del centro tras haber logrado el virus traspasar las puertas y contagiar a 35 personas residentes y 11 trabajadoras.

" Algunas personas han dejado por unos días los ciudados que estaban prestando a su familia (dependientes, hijos pequeños..." para ayudar en una situación tan complicada. Y es que la implicación, el compromiso y la responsabilidad de este equipo no tiene límites", explica David Cabrero sobre el centro y su plantilla, que saltó a los medios de comunicación por haber conseguido blindar la residencia contra la covid hasta finalmente sucumbir en este quinta ola.

Durante este año y medio que llevamos de pandemia nos ha tocado enfrentarnos a un sinfín de situaciones difíciles de imaginar. Como director de un centro residencial he vivido montado en una montaña rusa de emociones, de protocolos, de cambios, de cambios y más cambios.Después de 35 días protegiendo a las 70 personas de la residencia San Jerónimo, crecimos, nos hicimos más fuertes y se fortalecieron los vínculos entre el equipo de profesionales y las personas residentes. Durante esos días intentamos mostrar a la sociedad la necesidad de atender, acompañar y cuidar desde la humanidad, calidez y cercanía en las relaciones con las personas mayores. Dando visibilidad a una generación que creció y trabajó en tiempos de postguerra, que abrió caminos y que nos deja un mundo mejor que el que se encontraron.Posteriormente tiramos tabiques, movimos muebles, de arriba abajo y de abajo arriba, creamos unidades de convivencia y la plantilla de trabajo se adaptó para cambiar su forma de trabajo. Con el paso del tiempo se hicieron más unidades y el equipo se volvió a adaptar. Durante la pandemia hemos perdido la cuenta el número de veces que hemos realizado cambios estructurales y organizativos en el centro.El 27 de julio (con el 100% de personas residentes vacunadas y el 90% del personal trabajador) y después de no haber tenido ni un solo positivo en toda la pandemia, la covid consiguió traspasar las puertas de San Jerónimo para contagiar a 35 personas residentes y 11 trabajadoras. Y nuevamente, emociona ver a toda la plantilla laboral dejándose la piel. Incluso algunas personas han dejado, por unos días, los cuidados que estaban prestando a su familia (dependientes, hijos pequeños...) para ayudar en una situación tan complicada. Y es que la implicación, el compromiso y la responsabilidad de este equipo no tiene límites. Para mí es un orgullo formar parte de este equipo de personas.No quiero decir que seamos mejores que nadie ni mucho menos, los continuos cambios que la pandemia nos ha llevado a realizar han sido iguales que en otros centros residenciales. A donde quiero llegar es que, sin la cooperación de la plantilla, sin la implicación y sin el compromiso todos esos cambios no hubieran sido posibles.Y es que ahora que se está valorando la obligatoriedad de la vacuna, yo abogo por fomentar el diálogo antes que imponer la vacunación de manera obligatoria. Es necesario vacunarnos, porque con la vacuna se minimizan los riesgos, se protege al equipo y a las personas residentes.Tenemos que liderar la vacunación desde la motivación, el diálogo y la seguridad. Pero si lo hacemos desde la imposición, juzgando, culpando y machacando a quienes no quieren vacunarse, todos los cambios que estamos haciendo resultarán más complejos.Para finalizar quiero mostrar mi conformidad con las medidas aprobadas por el Ministerio de Sanidad para los centros sociosanitarios, pero creo que tenemos que ir un paso más allá y cuidar al personal para proteger a las personas residentes. Realizar pruebas PCR a nuevas incorporaciones (residentes y trabajadoras), a personas tras periodos de ausencia (por vacaciones u otras cuestiones), cribados esporádicos... Porque si cuidamos a quienes cuidan, garantizamos el mejor cuidado a las personas que atendemos.

*El autor es director de la residencia San Jerónimo