- El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de 3 años de prisión impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra, y ya ratificada por el TSJN, a N.J.P., que tenía 18 años en el momento en el que persiguió a una menor de 14 años en el centro de Pamplona y la agredió sexualmente en su portal. Se confirma igualmente la orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse durante seis años y una indemnización de 5.000 euros por el daño causado a la víctima, cantidad de la que el procesado consignó 4.000 antes del juicio, por lo que se le estimó la atenuante de reparación del daño.

En los hechos consta que sobre las 21.25 horas del 13 de agosto de 2017, N.J.P., que entonces tenía 18 años, siguió a la menor, que estaba sola paseando a un perro en la plaza de la Aduana de Pamplona, le alcanzó a la altura de la plaza de San Francisco y le ofreció ir a tomar algo, a lo que ella se negó. El inculpado le siguió hasta su casa y, debido al estado de nerviosismo provocado por la proximidad del procesado, la joven fue incapaz de abrir el portal de su casa, a cuyo interior fue empujada por él y allí llevó a cabo la agresión sexual: le besó, le realizó tocamientos y, tras un forcejeo violento con la víctima, se masturbó. Nada más subir a casa, la menor le contó lo sucedido a su madre, quien denunció ante la Policía los hechos, a consecuencia de los cuales tiene "miedo a ser seguida e ir sola".

La defensa recurrió la condena al entender que no había existido violencia o intimidación suficiente para considerarlos una agresión sexual y no un abuso. Pero el Supremo desestima sus alegaciones y confirma lo ya manifestado por el TSJN y la Audiencia. "Se constata la presencia de todos los elementos que integran el delito de agresión sexual. Además de seguirla por la calle, cogerle las llaves, hacerle entrar en el portal, arrinconarla contra la pared y ponerle un brazo para impedir que se escapara, medió incluso una sujeción o agarre para forzar su colaboración en un acto sexual que integraba la violencia precisa para apreciar la agresión sexual discutida.