Viviendas, negocios y decenas de garajes afectados en la mayor riada que se recuerda en Burlada. El río ha inundado todo hasta llegar a la calle Mayor y a la Casa de Cultura, algo que no había ocurrido nunca, como comentan asombrados los vecinos. Suele llegar a la zona del parking de El Soto, pero nunca hasta la calle Mayor. La magnitud de la crecida ha cogido por sorpresa a todo el mundo. Es la crónica de una riada histórica que nadie anunció.

"Lo peor es la impotencia de que no te avise nadie", señala Andrés Pulido, que se encontraba en la calle San Francisco, donde sus padres estaban sin luz desde las cinco de la mañana. "Nos ha sorprendido mucho porque no han avisado. A las doce de la noche no había ni una gota en el garaje y ahora tenemos los coches con un metro de agua en la Plaza Ezcabazabal, debajo de la Biblioteca. A las seis y media he entrado al garaje y ya estaba inundado. No han avisado ni por whatsapp ni con sirenas ni nada y eso ha sido lo peor. Creo que se podría haber hecho algo más", asegura.

"No nos han avisado", es la frase que más repiten los vecinos afectados. Y es que nadie se esperaba una crecida tan importante. La fuerza del Arga ha doblado las previsión inicial (se hablaba de 256 centímetros cúbicos y ha llegado a 510) y ha irrumpido imparable por el centro de la localidad provocando innumerables daños.Cientos de coches afectados

La imagen es dantesca. Decenas de coches sepultados con el agua por encima del capó en plena calle. Y eso solo es la punta del iceberg: lo peor está en los garajes, donde centenares de vehículos han quedado sepultados.

El garaje de Mauri Benito, frente a la entrada del Parque Uranga, estaba totalmente inundado. "Tenemos 10 o 12 coches en el garaje que están en siniestro total. Y la sociedad Zaldua también la tendremos inundada. A las cuatro de la mañana me he levantado y he visto el Parque Uranga muy lleno. Ha sido intuición y hemos podido sacar tres o cuatro vehículos. Esto va a ser una avería gorda porque todos los garajes de la calle Mayor están inundados y es una zona en la que no se esperaba esto".

Eduardo Clemente se ha levantado a las seis y media de la mañana al recibir la llamada de su cuñada. Lo primero que ha hecho ha sido intentar sacar el coche de la Plaza Larrainzar. "Mi sorpresa ha sido que he llegado y el agua ya me llegaba casi hasta la rodilla. El agua bajaba en cascada por la entrada del garaje y he llegado al coche agarrándome a la barandilla y como he podido. Tenía dos coches debajo y he conseguido llegar a uno de ellos. He arrancado, pero se me ha quedado cruzado subiendo la rampa y con el agua ya por los asientos. Y luego están los trasteros. En el capó de mi coche estaba la vaporeta, así que supongo que habrá arrasado con todo. Habrá seguros de los coches y de los edificios y todo, pero luego a ver qué pasa con eso. Estamos todos igual. Espero que no haya daños personales, porque lo material ya lo recuperaremos", remarca.

Imagen de la calle San Francisco de Burlada.

Además de los cortes de luz, muchos vecinos han tenido problemas para desplazarse por la localidad y salir de ella. Todas las carreteras han estado cortadas para salir de Burlada excepto la Ronda Norte, creando un importante caos en la circulación.

Félix Pérez, residente en el portal 9 de la Calle Mayor, ha quedado totalmente aislado. "No hemos podido ir al trabajar ni mi mujer, ni yo, ni mi hija, que es profesora de Regina Pacis y solo han podido ir a clase 30 alumnos de 100. El coche de mi mujer está en la plaza de atrás y le ha entrado agua. El mío está un poco más lejos y todavía no ha entrado agua. Espero que el mío se salve. Tengo 60 años y llevo toda la vida en Burlada. He visto muchas riadas, pero nunca como esta. Es algo increíble".

Por su parte, José Marín Gámez, vecino de la calle Mokarte, se desplazaba para buscar a su madre, que estaba aislada en la Calle San Francisco. "He bajado andando por Beloso y no me esperaba poder acceder andando. Nunca había visto algo como esto y no me queda otra que esperar".

Comercios inundados

La riada también ha afectado a numerosas bajeras de trabajo y comercios. Salman Achraf, responsable del restaurante Estrella Roja de la calle Mayor, ha lamentado que el Ayuntamiento no hubiera avisado. "Cuando duerme el pueblo, hay personas que se ocupan de vigilar y que nos tendrían que haber avisado. Pero bueno, me ha dicho un vecino a las ocho de la mañana y he venido inmediatamente. Cuando he llegado, tenía agua por encima del tobillo dentro del local. Estamos limpiando y viendo qué mercancía se ha visto afectada y tenemos que tirar".

Salman Achraf, responsable del restaurante Estrella Roja de la calle Mayor.

Asier Arrondo tiene una bajera en la Calle Mayor. Ha podido salvar el coche y las motos, pero gran parte de sus pertenencias se han visto afectadas. "He sacado la moto y los coches, así que hemos salvado lo importante. El agua me llegaba hasta el tobillo y ahora estoy limpiando todo".

Una situación similar ha vivido Fernando Domeño. "Tengo la bajera y ha venido a ver si podía salvar alguna herramienta del almacén. Está todo inundado y solo he podido salvar lo que estaba en alto, lo demás lo voy a tener que tirar".

Iker Etxeberría, de talleres Garysa, intentaba achicar agua como podía del establecimiento de la calle mayor. "Tenemos agua hasta el tobillo y ahora hemos empezado a sacar el agua con el compresor. Ha sido algo totalmente inesperado y espero que no nos afecte demasiado". En la acera de enfrente, el establecimiento de estética Xuria vivía una situación similar, con los empleados achicando agua como podían.

"Sorpresa" en el Ayuntamiento

Ana Góngora, alcaldesa de Burlada, asegura que es una riada histórica y que su gran magnitud les ha cogido por sorpresa. "A pesar de que hemos estado sacando coches con la grúa y llamando a la gente durante la noche, la realidad ha superado la previsión y hay coches que tal vez se pudieran haber evitado".

Una riada histórica que les ha cogido por sorpresa. "Nunca se había visto algo así. Lo peor ha sido la noche viéndolo llegar. Esperamos que el río baje y que no nos vuelva a sorprender. En cuanto baje, nos dedicaremos a limpiar porque están todas las piscinas cubiertas, y muchos garajes cogidos. Ahora, es un momento de calma tensa".

Por último, la alcaldesa pidió "calma y tranquilidad" a los vecinos. "Peor no vamos a estar. Ya estamos acostumbrados a estar en casa con la pandemia e igual es un fin de semana para que la gente más vulnerable tenga cuidado. Ha habido muchas llamadas de personas que estaban confundidas y mucha intranquilidad con los coches. Para el Ayuntamiento, los gastos que puede suponer esta riada son incalculables", ha finalizado.

Durante toda la mañana ha trabajado el personal del Ayuntamiento junto a Bomberos y un grupo de voluntarios de Burlada para hacer frente a la crecida. Por el momento, no ha habido que lamentar daños personales, aunque ha habido varios rescates por parte de los bomberos. Una señora ha sido evacuada de su casa en la calle San Francisco y un hombre ha sido rescatado cuando había quedado encerrado en el ascensor en la calle mayor a las 7 de la mañana. Además, se ha puesto en marcha una red de auzolan con el teléfono 641632023 para afectados y voluntarios.

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Piragüista por Joaquín Beunza, en las inundaciones de Rochapea

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El río Bidasoa fluye por las calles de Sunbilla

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El río fluye por la calle Ulzama de Villava

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