- Sonriente y descalzo, Íñigo García Cuéllar terminaba un rescate más, de los cuatro que hizo ayer en la Rochapea. Su vehículo 4x4 con el que llegó de voluntario desde Lekunberri sirvió ayer de gran ayuda a varias personas que necesitaban sacar sus coches del agua o desplazarse. "En Lekunberri estaba todo controlado y me he venido a Pamplona", expresaba, Íñigo García, dueño de un taller mecánico en su localidad dedicado a los vehículos todo terreno.

"Hoy no era un día para quedarse en el sofá; tenía que venir a ayudar", afirmaba sonriente. Junto a él, un grupo de jóvenes celebraba el rescate de una furgoneta que minutos antes estaba sumergida unos 40 centímetros en el agua.

"La dejé a la 1 de la madrugada porque no sabía que iba a pasar esto", expresaba aún asustada la propietaria del vehículo y vecina del Casco Viejo, mientras por las puertas de la furgoneta salía agua del río. En ese tramo de la calle Joaquín Beunza, una de las más afectadas, una decena de vehículos no tuvieron tanta suerte y permanecieron inundados hasta final de la tarde.

Acostumbrado a rescates en su zona, principalmente en nieve, ayer Íñigo García se decidió a ir a Pamplona. "He pensado que seguro que habría gente que lo necesitaría. Yo tenía el día libre", afirmaba ya con la tarea terminada: cuatro coches rescatados y dos voluntarios que acercó a la residencia El Vergel. "A nosotros cuando estamos en problemas nos gusta que nos vengan a ayudar, y es normal que cuando pasan estas cosas los 4x4 de la zona ayuden", resumía García ayer a última hora de la tarde.