El Ebro llegó como nunca a Buñuel. La altura del agua por la noche superó los 8 metros de altura, ya que cubrió por completo el medidor que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tiene instalado en la localidad. El caudal era ilegible de traducir en cifras de volumen. Además, medio centenar de viviendas de las calles La Fuente y Oliver tuvieron que ser evacuadas debido a la entrada de agua en los edificios.

Las viviendas de la calle Ramírez Figueras vieron anegadas sus plantas inferiores en las que se encuentran corrales, bodegas y bajeras, donde también se van a sumar cuantiosos daños pero los vecinos pudieron mantenerse en sus domicilios.

El teniente de alcalde, Israel Jacoste, comentaba esta mañana que "les había sorprendido que el caudal todavía no ha bajado y se sigue manteniendo. A las 9 de la mañana solo había bajado unos diez centímetros y estamos a la espera de que descienda para empezar a valorar los daños. Las infraestructuras en caminos y acequias van a ser muy importantes".

Imágenes de Buñuel desde la trasera de las viviendas de la calle Ramírez Figueras

Imágenes de Buñuel desde la trasera de las viviendas de la calle Ramírez Figueras

La riada no alcanzó a infraestructuras municipales y tan solo los bomberos tuvieron que achicar agua de la residencia por una grieta que filtraba. Los destrozos en muchos cultivos han sido cuantiosos porque muchas parcelas han sido arrasadas, pero por el momento es pronto para hacer estimaciones. En cuanto a las ganaderías de ovejas, granjas de cerdos y una finca de caballos en El Campillo al menos pudieron evacuar a los animales.

José Mari Pardo, alcalde de Arguedas, resaltaba que "en la parte de los cultivos de la localidad se había producido la mayor afección porque el núcleo poblacional se encuentra más apartado del Ebro". Se habían anegado un millar de hectáreas, sobre todo de maíz que estuviera sin cosechar y verdura de invierno (col, coliflor, brócoli...).

Sergio Vitas, alcalde de Fustiñana, informaba esta mañana que "los diques del municipio aguantaron bien pero una parte se rompió y tenemos unas 1.200 hectáreas de cultivo afectadas, sobre todo de alcachofa". Además, la mayoría de los vecinos, que trabajan en Tudela, tienen que utilizar un camino parcelario, sin asfaltar, que rodea el monte y da a parar a Gallur para poder acercarse a la capital ribera. "Se trata de un rodeo de 80 kilómetros para un trayecto que en principio es de diez minutos", recuerda Vitas, que afirma que "esto no se había conocido nunca, pero si los diques no llegan a aguantar, no sabemos hasta dónde hubiera llegado".

El primer edil de Ribaforada, Tirso Calvo, afirma que en el municipio la cosecha de invierno se ha perdido por completo en unas 700 hectáreas de terreno, siendo afectados sobre todo la alcachofa, la coliflor, el brócoli y el maíz. "La preocupación ahora es los daños que se hayan producido en la mota del río, porque hasta ahora no podemos acceder allí y vamos a intentar a través de un dron comprobar los destrozos. Si no se repara esa mota, el problema va a ser que vamos a perder también la cosecha de primavera. La verdad es que da pena y la cooperativa no va a poder cumplir con los clientes con los contratos que tenía firmados".