- Sin perder de vista el objetivo con el nació hace siete años, prevenir y combatir el acoso escolar, el programa Laguntza ha cambiado su enfoque, ha ampliado su mirada hacia la educación socioemocional. El reto es tan potente como necesario: acompañar cualquier conducta preventiva y dar recursos al alumnado para que tenga otra manera de tratarse. En otras palabras, ofrecerles formación para que adquieran el bagaje emocional necesario para afrontar la vida. Esta nueva perspectiva del programa Laguntza se puso en marcha en 2020-21 en 12 colegios de Infantil y Primaria y se formaron 395 docentes. Este curso, esta iniciativa ha llegado a otros 34 centros (21 de Primaria y 13 de Secundaria) y más de 1.200 profesores recibirán la formación necesaria para tratar de mejorar las relaciones entre su alumnado.

La idea de impulsar un plan específico para prevenir e intervenir en materia de acoso escolar surgió en 2015-16, con el gobierno del cuatripartito. Se denominó Laguntza y ofrecía herramientas para detectar, prevenir, reducir y/o eliminar las situaciones de acoso y ciberacoso en las escuelas. Su implementación, explica Itziar Irazabal, jefa de Negociado de la Asesoría de Convivencia, "exigía la implicación del profesorado del centro, que debía ser formado, la creación de un equipo impulsor y el seguimiento del proceso de implantación".

Tras evaluar los resultados en los cinco centros piloto, el Departamento invitó a otros colegios a participar. Entre 2016-17 y 2017-18 se sumaron otros 17 centros de Primaria y Secundaria, que recibieron diferentes actividades formativas: unas dirigidas al claustro completo (12 horas) y otras al profesorado responsable de coordinar la puesta en marcha del programa (35 horas).

Además de esta formación específica, cada centro podía optar por promocionar actividades formativas encaminadas a desarrollar las competencias del profesorado en aspectos que influyen en la prevención, detección e intervención del acoso.

En 2018-19, desde la Asesoría de Convivencia se planteó una formación teórico-práctica (8-12 horas) con el objetivo de que lo aprendido se materializara en un trabajo práctico en las escuelas. Durante 2019-20 se mantuvo el mismo enfoque formativo adaptando la propuesta formativa a las nuevas realidades educativas. "En aquel curso nos reunimos con personas asesoras referentes del Programa Laguntza y les consultamos sobre nuestra idea de ampliar y enriquecer el programa. Su respaldo fue un impulso a la creación del nuevo proyecto de educación socioemocional. Supone superar el concepto de prevención e intervención ante el acoso escolar para promocionar el tratamiento del concepto de malestar y el fomento del buen trato en la comunidad educativa", expone Irazabal.

Este nuevo enfoque se puso en marcha en 2020-21 en una docena de colegios de Infantil y Primaria y se formaron 395 docentes. "Tanto el proceso formativo como la creación del material didáctico lo realizó la experta en mediación y convivencia Carme Boqué y la Fundació Instituto Ecología Emocional", señala Irazabal.

El Departamento ofrece dos tipos de formaciones a los centros implicados. El primero es el propio programa de educación socioemocional Lagunza, que plantea a su vez dos aprendizajes: 24 horas de formación para los grupos motores (equipo directivo y comisión de convivencia)y 12 horas de formación para el profesorado junto con la implantación en aula de las propuestas didácticas creadas (el centro decide si es obligatoria o voluntaria).

Por otro lado existen los módulos formativos Laguntza, que permiten que centros y docentes de manera individual aprendan sobre aspectos relacionados con la convivencia y el buen trato.

Este curso se han incorporado al programa otros 21 colegios de Infantil y Primaria y 13 centros de Secundaria,referentes de los 12 colegios del pasado curso. En Secundaria, tanto el proceso formativo como la creación del material didáctico lo han realizado Káeru y la pedagoga Eva Bach. Este curso, un total de 570 docentes de Infantil y Primaria y 641 de Secundaria recibirán formación, lo que suma un total de 1.606 profesores y 46 centros implicados en mejorar la relaciones en las escuelas.

A estos hay que sumar los 21 colegios y los cientos de docentes que se formaron en los cinco primeros cursos gracias a Laguntza.

Curso 2015-16. Colegio de Betelu, colegio Virgen B lanca (Huarte), IES Sancho el Mayor de Tafalla y CIP Sakana.

Curso 2016-17. Amor de Dios-R. Pacis (Burlada), San Cernin (Iruña), IES Padre Moret-Irubide, IES Basoko , IES San Miguel de Aralar (Alsasua) y CP de Valtierra y Cortes.

Curso 2017-18. Santa Luisa de Marillac (Barañáin), Miravalles-El Redín y Esclavas del Sagrado Corzón (Pamplona), IES Mendillorri, IES Ochoa de Olza y colegios públicos San Miguel de Aoiz, Buztintxuri, Atakondoa (Irurtzun), Cadenal Ilundáin y el de Olite. Estos centros se mantuvieron durante 2018-19 y 2019-20.

Curso 2020-21. Los colegios de Aoiz, Etxarri Arantz, Cortes, Olite, Lekunberri, Falces, Lerín, Amaiur, Buztintxuri, San Francisco, (Pamplona) Mendialdea II (Berriozar), Joakin Lizarraga (Sarriguren).

Curso 2021-22. Se implanta en los colegios públicos de Allo, Alsasua, Espinal, Beire, Bera, Berbinzana, Castejón, Miranda de Arga, Murillo el Fruto, Obanos, Otsagi, San Adrián, Rada, Zubiri, Valtierra, Griseras (Tudela), Hermanas Uriz (Sarriguren); Doña Mayor, Hegoalde, Nicasio Landa y Paderborn (Pamplona); los IES de Sarriguren, Doneztebe, Leitza, Marcilla, Zizur, Mendillorri, Iparralde, Biurdana e Iturrama (Pamplona) y los colegios de Olite, Falces, Otsagi y Lekunberrri que ofrecen el 1º ciclo de ESO.