La etapa de Educación Infantil juega un papel fundamental en el proceso de desarrollo de los escolares y las experiencias vividas en esos primeros años serán decisivas para su futuro. Partiendo de esta premisa, la Federación Navarra de Ikastolas se embarcó hace unos años en un ambicioso proceso de transformación de esta etapa educativa que culminó en la implantación del proyecto hIZAN, presente en la actualidad en las quince ikastolas asociadas. El punto de partida, tal y como explican desde la federación, es tan simple como fundamental: que los txikis vayan contentos a la ikastola y disfruten aprendiendo. “En las ikastolas situamos al niño o niña en el centro neurálgico del proceso de enseñanza-aprendizaje La autonomía personal, el proceso de socialización, el desarrollo del lenguaje, los ámbitos cognitivos y emocionales y la psicomotricidad son los principales ámbitos que se abordan dentro de este reconocido proyecto educativo”, explican.

Fieles a su amplia experiencia en la enseñanza multilingüe, el proyecto hIZAN parte del modelo de inmersión en euskera, “la herramienta imprescindible para gran parte de sus aprendizajes”. La forma de entender al niño está en la base de este proyecto, que presenta tres principios metodológicos claros: respetar el ser del menor donde el desarrollo integral; garantizar la seguridad emocional y física del escolar en la época donde mayores avances se producen; confiar en la capacidad de desarrollo natural del menor, asumiendo el rol docente entendido como facilitador del proceso de aprendizaje.

Multidisciplinar

El proceso de transformación de la Educación Infantil comenzó en 2008. Varias ikastolas, a través del grupo de investigación Hazitegi de la Universidad de Mondragón, visitaron prestigiosos centros educativos de Burdeos. Cinco años después, en el marco de las XX Jornadas Pedagógicas de las Ikastolas se le dio el impulso definitivo en colaboración con esa universidad. “Un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la psicología, pedagogía o arquitectura así como científicos de la educación de la universidad se ha encargado del desarrollo, implementación y asistencia al profesorado con un exigente plan de formación”, explican desde la federación.

Este proceso vivido en las 15 ikastolas de Navarra, añaden, “ha supuesto tejer una red de conocimiento entre el profesorado de Infantil, formar equipos donde aprender y construir juntos, crear materiales educativos innovadores y compartir buenas prácticas”. Asimismo, la transformación ha venido acompasada de “importantes cambios arquitectónicos de los espacios” y se han derribado paredes y creado mobiliario, accesorios y materiales novedosos.