Un hombre de 80 años de edad, S.L.E., vecino de Mezkiritz, ha aceptado hoy una condena de 40 meses de prisión en el Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona por el atropello mortal con fuga de un ciclista de Mutilva, Carlos Miranda Bretos, de 42 años, y que se produjo en Agorreta en junio de 2019.

Al acusado se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño al haber consignado 18.000 euros por el daño ocasionado a la familia de la víctima, después de que la aseguradora haya pagado medio millón de euros en concepto de indemnización. El procesado pierde el permiso de conducir. No ingresará en prisión (los dos delitos a los que ha sido condenado no superan individualmente los dos años de cárcel) ya que se le suspende a condición de no delinquir en 3 años y pagar una multa.

"Mil veces perdón"

El hombre ha sido condenado por un delito de homicidio por imprudencia grave (le imponen 22 meses de prisión) y a otro delito de abandono del lugar del accidente (18 meses). "Quiero perdir perdón mil veces a la familia", ha manifestado el acusado durante el juicio.

Ha aceptado los hechos de la acusación que subrayan que circulaba con su turismo sobre las 12.12 horas del 4 de junio de 2019 por la carretera N-135 (Pamplona-Francia por Valcarlos/Luzaide) sentido Francia y lo hacía de manera totalmente desatenta a las circunstancias de la circulación. La Fiscalía expone que, tras atravesar la localidad de Agorreta y llegar a una zona de curvas, donde la velocidad máxima era 70 km/h y la recomendada era 40 km/h por el trazado de la carretera y la circulación frecuente de ciclistas en la misma, el acusado, a la altura del kilómetro 23,2, trazó una curva a la derecha invadiendo el carril contrario.

Justo en ese mismo momento, el ciclista circulaba por dicho carril sentido Pamplona y le atropelló. La víctima salió despedida, quedando tendido y gravemente herido en la cuneta del margen derecho de la calzada. Tras el atropello, el ciclista fue atendido por los conductores de los dos vehículos que circulaban tras el acusado, que hicieron señales a este para que se detuviera. Pese a ello, según le acusa la Fiscalía en su escrito, pese a ser consciente de haber atropellado al ciclista, no se detuvo y se le interceptó a 11,6 kilómetros de la colisión en la localidad de Bizkarreta-Gerendiain, gracias a dos motoristas franceses que le siguieron y llamaron al 112. El ciclista falleció poco después de los hechos en el hospital. Estaba casado y tenía dos hijos menores de edad. En septiembre de 2019 se intervino el permiso de conducir del acusado para que no condujera más.