Madrid. El pasado 29 de diciembre, Fernando salió a hacer una ruta senderista cerca de su pueblo, Camarma de Esteruelas, al este de la Comunidad de Madrid. Por el camino recibió una brutal paliza que lo tuvo veinte días en coma inducido y de la que aún se recupera.

¿El motivo? Al parecer, una "mala mirada". O al menos así la interpretó su agresor, un hombre de 62 años, vecino de Meco, que ahora ha sido detenido por un delito de tentativa de asesinato, según ha dado a conocer este martes la Guardia Civil.

Fernando de 66 años, aficionado al senderismo desde su jubilación, realizaba una ruta por un camino rural cuando se encontró con su agresor. "Se le quedó mirando como a cualquier persona", relata a Efe uno de sus hijos.

"¿Qué pasa eres maricón o qué?", le reprochó el ahora detenido antes de liarse a "palazos" con la víctima, que permaneció horas desangrándose hasta la llegada de un ciclista.

Como consecuencia de las lesiones sufridas, el agredido tuvo que ser ingresado en estado muy grave en un hospital donde permaneció en coma inducido durante veinte días.

Hace quince días abandonó el hospital de La Princesa en Madrid, al que tendrá que volver el próximo 25 de febrero para una reconstrucción de pómulo. Más adelante también pasará por el quirófano para ponerle una placa en el cráneo, que tiene fracturado.

"Me cuesta pensar que no va a volver a estar como antes; tiene daños cerebrales", relata su primogénito, que también se llama Fernando.

Debido a la contundencia de los golpes que recibió y las zonas a las que fueron dirigidos, sumado al hecho de que el agresor abandonara al hombre desangrándose en el camino, la investigación se centró en personas con un perfil violento y agresivo en municipios de la zona, en concreto Camarma de Esteruelas, Meco y Valdeavero.

Las pesquisas permitieron localizar a un vecino afincado en Meco con el perfil de la persona buscada y con antecedentes por hechos relacionados con lesiones y malos tratos en el ámbito familiar, que fue visto por la zona el día posterior al de los hechos.

Todo este proceso se aceleró en la última semana ya que Fernando acudió a una rueda de reconocimiento donde sin dudar señaló al hombre que le propinó la brutal paliza.

De los seguimientos a este hombre,el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Paracuells pudo constatar que en numerosas ocasiones caminaba con dos barras de hierro a modo de bastón. Sospecharon que las pudo utilizar para la agresión.

La Guardia Civil registró su vivienda de Meco, donde le intervinieron varias barras de hierro y la ropa que llevaba cuando se produjeron los hechos.

El arrestado, un ciudadano español con antecedentes por delitos de lesiones y malos tratos en el ámbito familiar y dos infracciones administrativas por portar armas blancas, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcalá de Henares, que decretó el viernes pasado su ingreso en prisión por un supuesto delito de tentativa de asesinato.

Tras la detención, la familia se encuentra "esperanzada", aunque no "satisfecha", ya que esperan una "sentencia firme" por parte del juez que lleva la causa.

Van a reclamar responsabilidad civil y penal para el presunto agresor y advierten de que Fernando necesitará cuidados por las secuelas de las lesiones sufridas.

La víctima ha perdido "muchísima calidad de vida". "Antes te ibas a andar con él y no podías seguir su ritmo, lo dabas por imposible", relata su hijo, a la vez que denuncia que su padre ha envejecido "diez años".

Sus familiares esperan que el ahora detenido ratifique ante el magistrado la declaración inicial en la que reconoce haber sido el responsable de la agresión.