Los juzgados navarros derivaron 509 asuntos a mediación penal el año pasado, un hito en la aplicación de este método complementario a la vía judicial para la resolución de conflictos en la Comunidad Foral desde su estreno en el año 2006. La cifra supone un incremento del 29% en comparación con los 394 asuntos que fueron mediados en 2019.

Así lo desveló ayer Izaskun Gartzaron, jefa de la Sección de Asistencia a las víctimas del delito de Navarra y Colaboración con los órganos judiciales del Gobierno de Navarra, durante su intervención en una mesa de debate dentro de la última jornada de la III Semana Europea de la Mediación, organizada por Mediación Navarra con la colaboración del Ejecutivo foral, a través de la Dirección General de Justicia.

El Gobierno de Navarra, a través de Aname (Asociación Navarra de Mediación), que en 2017 resultó adjudicataria de un servicio que venía prestando desde 2006 a través de un convenio, ha venido impulsando la mediación penal. En este sentido, el año pasado fueron derivados un total de 509 asuntos por parte de los juzgados de los partidos judiciales de Pamplona y Aoiz, cifra a la que habría que añadir los asuntos mediados en Tudela, Estella-Lizarra y Tafalla, y que supone un incremento del 29% en comparación con los 394 que fueron derivados el año precedente.

Izaskun Gartzaron destacó, además, que del total de asuntos que acaban llegando a la mediación -en un 20% no es posibles poner en contacto a víctima y denunciado o una de las partes rechaza el procedimiento- en torno al 78% finalizan con acuerdo restaurador para la víctima, que suele llevar implícita una indemnización y que supone el archivo de la causa judicial. “La gente que ha intentado la justicia restaurativa se siente acompañada, escuchada. Es una vía alternativa, no excluyente a la vía judicial, en la que muchas víctimas no se consideran escuchadas y se decepcionan con el proceso”, destacó Gartzaron.

Por su parte, la teniente fiscal de Navarra, Ana Carmen Arboniés, explicó que la mediación penal “se está ofreciendo principalmente desde los Juzgados de Instrucción y afecta a procedimientos de delitos leves, como coacciones, riñas vecinales... En los llamados delitos menos graves la mediación es menor, pero también se está haciendo. Suelen concluir con una reparación económica, pero también puede ir unida a una reparación moral y judicialmente supone la aplicación de una atenuante de reparación del daño”.

ENCUENTROS RESTAURATIVOS

En la misma mesa participó Marta Miñano, subdirectora de Tratamiento. Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Centro Penitenciario de Pamplona, un ámbito en el que se está impulsando la justicia restaurativa en una doble vertiente: mediante talleres de diálogo restaurativo para personas que han sido condenadas hasta un máximo de 90 días de Trabajos en Beneficio de la Comunidad o programas homónimos en caso de condenas superiores; y mediante encuentros restaurativos en los que se pondría en contacto a personas que están cumpliendo penas de prisión con las víctimas.

Marta Miñano consideró que "la justicia restaurativa debe completar la reinserción de las personas reclusas, porque mediante los talleres y encuentros los victimarios se responsabilizan del delito cometido ante la víctima al ver y oír los efectos de sus acciones, hasta el punto de que se busca que no vuelvan a delinquir”.