El hombre que permaneció el viernes más de 22 horas encaramado a una grúa de construcción en el centro de Pamplona, y que finalmente descendió de la estructura tras una intensa labor por parte de los negociadores de la Policía Nacional, apoyados por personal de Salud Mental, bomberos y Policía Municipal, se escapó en la madrugada de ayer del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), adonde había sido conducido para ser tratado médicamente, tras huir a la carrera y empujar a dos policías. Horas después fue localizado en la estación de autobuses de la capital navarra y fue detenido por un delito de atentado contra agente de la autoridad.

La Policía Nacional informó ayer de que los hechos se iniciaron el jueves por la noche cuando el varón, de 32 años y origen marroquí, se encontraba hablando con su madre que intentaba convencerle para que retomase el tratamiento médico con el que combatir una enfermedad crónica que padece, momento en el que decidió huir, en presencia de la Policía Municipal, y se dirigió a un edificio que está en obras en la calle Navas de Tolosa, donde subió las escaleras interiores para acceder a la grúa, desde donde siguió hasta el punto más elevado.

Durante más de 22 horas el negociador y el equipo de apoyo compuesto por psicólogo y sanitario mantuvieron conversaciones de manera continuada, pero el hombre se negó a descender, y subía y bajaba de manera repetida desde lo más alto de la grúa hasta poco más abajo de la mitad. En ningún momento, según la Policía Nacional, quiso aceptar la comida ni bebida pero sí que verbalizó su intención suicida, lo que decía que haría desde el extremo más distante de la grúa, a una altura de unos 40 metros.

Pasadas las 22.00 horas se consiguió que el hombre desistiese de su actitud y aceptara la propuesta ofrecida por el negociador de la Policía Nacional, por lo que fue traslado por el servicios médico al CHN donde quedó ingresado. Sin embargo sobre la 1.30 horas y de manera súbita y sorpresiva, indicó ayer la Policía Nacional, salió corriendo con la intención de abandonar el centro médico, provocando lesiones a dos agentes policiales que le persiguieron sin poder detenerle.

Finalmente sobre las 7.00horas, y gracias a la colaboración ciudadana, fue localizado en la estación de autobuses donde fue detenido por un delito de atentado contra agente de la autoridad y reintegrado al CHN. De todas las actuaciones policiales fue informado el juzgado de guardia.

Técnica, intuición y experiencia, las tres reglas básicas del negociador

Técnica, intuición y experiencia. Son las tres reglas básicas de un equipo negociador policial, preparado para actuar en situaciones límite, como secuestros virtuales o reales, amenazas por extorsiones a familiares e incidentes críticos como suicidio, episodios protagonizados por enfermos mentales que se atrincheran en bancos o viviendas, o los relacionados con la violencia de género. En estos casos "se trata de mantener la calma, obtener información y saber lo que el autor busca para lo que el negociador solo dispone de su palabra", por lo que son fundamentales las dotes de persuasión adecuadas a cada momento y la paciencia, destacaron ayer desde la Jefatura Superior de Policía.

El trabajo del negociador consiste en la escucha activa, utilizar los silencios, ser coherente, aplicar el sentido común y todo ello para llegar al último escalón que es modificar la conducta de la persona que pone su vida o la de los demás en peligro. Los agentes que se incorporan a la Red Nacional de Negociación deben pasar una serie de pruebas y selecciones, y recibir después una amplia formación.