Los dueños de La Loli Gastrobar han denunciado al presunto autor de las grabaciones y piden a las clientas que hayan visitado su establecimiento en los últimos meses que "denuncien lo sucedido para que la investigación prospere y este hombre pague por el daño que ha causado a las personas que puedan aparecer en las grabaciones", y también al equipo del propio bar, que abrió en diciembre de 2016 y que cuenta con 10 empleados, ya que son "completamente ajenos a lo sucedido".

Los propietarios de La Loli Gastrobar ya han puesto a disposición policial el libro de reservas del establecimiento para dar con las posibles víctimas. En este sentido, tanto Fernández como Valdivia quieren dejar clara la voluntad de colaboración de la plantilla "en todo lo que esté en nuestra mano para mantener a flote el negocio que tanto nos ha costado sacar adelante y por el que tanto hemos luchado". Un trabajo que esperan que no sea echado por tierra "por una persona que ya había sido detenida tres veces por delitos relacionados, algo que sabemos ahora", añade Fernández.

Por ello, los propietarios de La Loli Gastrobar piden disculpas a sus clientas, que esperan que puedan entender el desconocimiento del resto del equipo del bar en cuanto a lo sucedido con uno de sus camareros, y las animan también a que no duden en denunciar los hechos ante la policía.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona investiga al camarero de La Loli Gastobar, ubicado en Mutilva, por grabar a las clientas en el baño de mujeres de dicho establecimiento haciendo uso de microcámaras, al menos desde hace varios meses. La investigación surgió a raíz de que el hombre fuera descubierto filmando con un teléfono móvil en los servicios de un establecimiento público de Pamplona a principios de este mes de julio, hecho por el que fue detenido por la Policía Municipal de Pamplona.

En dicha investigación fue hallado en los equipos informáticos del detenido abundante material gráfico que afectaría a numerosas víctimas y que había sido grabado en los servicios de señoras del bar de Mutilva en el que trabajaba hasta que los hechos salieron a la luz. Actualmente, el hombre está siendo investigado por un delito contra la intimidad.

Tras detener al excamarero, la Policía Municipal de Pamplona se puso en contacto con los dueños de La Loli Gastrobar, el matrimonio formado por Marcelo Fernández y Ana Valdivia, para informarles de la actividad delictiva que presuntamente el investigado había estado cometiendo en su establecimiento, se sospecha que a lo largo de los meses. "Si no llega a ser porque lo pillaron en el acto no habríamos sabido qué pasaba en el interior de nuestro bar. Esta persona actuaba con mucha profesionalidad y discreción, no teníamos ni idea", explica Fernández, quien admite que tanto él como su mujer están "derrumbados" tras conocer lo sucedido.