Prefiere guardar el anonimato. Y aunque ahora se muestra más relajado, meses atrás pasó "miedo de verdad". Javier, nombre ficticio, fue víctima de la extorsión que ha motivado más de 30 denuncias recibidas por la Policía Nacional en Pamplona en lo que va de año. Todas ellas comparten rasgos comunes: han sido presentadas por personas que accedieron a páginas web de servicios sexuales y que, con posterioridad, recibieron amenazas telefónicas, principalmente, a través de WhatsApp, en las que les exigían el pago de dinero "por haber molestado a las chicas" o por "haberles hecho perder el tiempo". En uno de los casos, una víctima del chantaje llegó a pagar más de 30.000 euros hasta que denunció lo que le estaba pasando.

"Vamos a romperte las piernas" es uno de los mensajes que más se repite en las conversaciones puestas en conocimiento de la Policía Nacional, cuyo Grupo IV se ha encargado de recabar las denuncias y de investigar los hechos que en ellas se recogen. "Los denunciantes han venido a nosotros con miedo real, se creían las amenazas porque estaban muy bien realizadas e incluían información de los destinatarios, como su nombre", explican desde la unidad especializada de la Policía Nacional.

Es el caso de Javier, de 64 años, que en el mes de noviembre del año pasado fue contactado desde un número que no tenía guardado en su móvil. "Aparecía que el nombre era Mikhail y tenía una foto en el perfil de un varón con el pecho descubierto, la cabeza rapada y llena de tatuajes. Era terrorífico", recuerda. El tal Mikhail le escribió diciéndole que "su jefe era albanés, que no hablaba español, y que había molestado a las chicas que tenía en un piso. Me mandó vídeos y fotos de un hombre manipulando unas armas de fuego. Me dijo que sabía quién era y que tenía que pagarles dinero, si no quería que me rompiesen las piernas".

Los autores de esta estafa, explican desde el Grupo IV de la Policía Nacional de Navarra, "suben a varias páginas de contactos del estilo pasion.com o navarsex.com anuncios falsos de mujeres que ofrecen sus servicios sexuales a cambio de reembolsos económicos con el fin captar información de las futuras víctimas; ciudad donde se encuentran, nombre, etc., no llegando a concertar cita alguna". Con esa información, comienzan a extorsionar a las víctimas con expresiones como "me parece que no estás entendiendo la gravedad de tu problema", "vamos a romperte las piernas", o con vídeos y fotos amenazantes que mostraban armas de fuego.

Según relata Javier, "tuve miedo real, porque las amenazas eran muy creíbles: te llaman por tu nombre, te dicen que saben dónde vives...". Las amenazas surtieron efecto en su caso, ya que realizó un pago de 500 euros. "Me indicaron por WhatsApp hasta la dirección de una sucursal bancaria y me dieron un número de cuenta. Fui inmediatamente a hacer un pago de 500 euros", señala. Tras efectuar el ingreso, se dirigó a la comisaría de la Policía Nacional a presentar una denuncia.

Al acudir a dependencias policiales, los agentes especializados en este tipo de delitos tranquilizaron a Javier. "Me dijeron que era una estafa y que no pagara más. Me explicaron que se trataba de un engaño, que había más personas afectadas y que ocurría por toda España". A partir de ese momento, respiró más tranquilo. "Aunque volvieron a pedirme dinero, ya no les pagué más. Incluso les dije que les estaba esperando, que viniesen a por mí. Entonces dejaron de molestarme", añade.

Desde la Policía Nacional corroboran las palabras de Javier. "A todas las personas que vienen a denunciar este tipo de delitos, les decimos que se trata de una estafa y les recomendamos que no paguen. Los extorsionadores no van a insistirle a alguien que no paga, porque tienen muchas posibles víctimas. Así que prefieren intentarlo con otra". En este sentido, recalcan que "no se debe pagar nunca, porque si pagamos una vez, van a seguir extorsionándonos y a seguir pidiéndonos dinero".

Es lo que le ocurrió a una de las víctimas, que realizó pagos sucesivos por una cantidad total de más de 30.000 euros. "Cuando ya no pudo hacer frente a más pagos, acudió a nuestras dependencias y presentó una denuncia. Es una persona que temió realmente por su integridad física y por la de su familia. Lo pasó muy mal". Aunque esta persona dejó de pagar, en ningún caso se hicieron efectivas las amenazas recibidas.

El Grupo IV de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Navarra tiene abiertas diversas operaciones, en las que se ha identificado a varias personas residentes en varias provincias españolas y mediante la colaboración con los órganos de cooperación policial internacional que Policía Nacional tiene activos, se ha logrado identificar a varios autores afincados en República Dominicana. Igualmente, hasta la fecha ha atendido más de cincuenta denuncias, con más de diez operaciones cerradas y un balance de 39 personas investigadas, todas residentes fuera de la Comunidad Foral, y una persona detenida recientemente en Pamplona.

El montante económico extorsionado, que se ha declarado en las denuncias investigadas, supera los 100.000 euros, aunque lo que "más preocupa es la intimidación y ansiedad que estos delincuentes generan a sus víctimas", estado emocional que es manifestado por los propios perjudicados cuando los agentes de Policía Nacional, contactan con ellos.

Recuperar el dinero extorsionado es "complejo", según apuntan desde la Policía Nacional, ya que la red de extorsionadores se sirve de intermediarios que, a cambio de una comisión, "van moviendo el dinero de una cuenta bancaria a otra, para dificultar su rastro". Precisamente, la persona arrestada en la capital navarra realizaba esta función. A pesar de las dificultades, "estamos intentando agilizar los trámites para bloquear las cuentas y el dinero que haya en ellas", cuentan desde el Grupo IV.

En cuanto a la identificación de los autores de las extorsiones, los agentes de la Policía Nacional explican que los números de teléfono móvil desde los cuales se realizan no suelen ser demasiada ayuda. "Suelen contratar líneas de móvil por teléfono o mediante Internet. Las compañías dan un plazo al titular para confirmar la identidad con el DNI, que es el tiempo que aprovechan para realizar la estafa".