Las fricciones que está causando el Protocolo del Brexit en Irlanda del Norte han provocado este jueves la dimisión del ministro principal, el unionista Paul Givan, y la caída del Ejecutivo autónomo, lo que sume a la provincia británica en una nueva crisis y tensa el diálogo entre la UE y el Reino Unido.
Desde hace meses, la formación de Givan, el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), ya venía amenazando con hacer caer el Gobierno de poder compartido con los nacionalistas si las negociaciones que mantienen Londres y Bruselas sobre el protocolo no desembocaban pronto en una reforma radical de este mecanismo del Brexit.
Su paciencia se ha agotado y los unionistas han lanzado un ataque en dos frentes, pues a la dimisión de Givan hoy le precedió ayer una orden de su ministro de Agricultura, Edwin Poots, encaminada a suspender de manera unilateral los controles aduaneros previstos en el Protocolo a los productos que llegan a Irlanda del Norte desde la isla de Gran Bretaña.
Aunque la mayoría de los controles han continuado sin problemas durante la jornada, a pesar de la pasividad de Londres, el primer ministro irlandés, Micheál Martin, declaró estar "muy preocupado" por esa medida y por la espantada de Givan, que calificó de "muy dañina", según ha informado un portavoz del Gobierno de Dublín.
"El Reino Unido tiene la obligación, de acuerdo con la legislación internacional y su propia legislación nacional, de garantizar que cumple sus obligaciones con el protocolo", señaló la fuente.
El portavoz insistió en que Irlanda quiere que las partes den "todas las oportunidades posibles" para que el proceso de diálogo emprendido por Londres y Bruselas "tenga éxito", al tiempo que instó al DUP a que "regrese" a las instituciones de gobierno creadas por el acuerdo del Viernes Santo para "evitar que se dañe la paz y estabilidad" de la región.
The privilege of my life time to serve the people of Northern Ireland. Thank you. pic.twitter.com/2NrXMrKDAq
— Paul Givan (@paulgivan) February 3, 2022
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