Asier Martínez ha hecho historia en el atletismo navarro y estatal al lograr la medalla de bronce en los 110 metros vallas del Mundial de Eugene (Oregon, Estados Unidos). El navarro marcó un tiempo de 13.17 segundos que supone su mejor marca de siempre para lograr la primera medalla navarra en un Mundial, más que merecida y con la suerte también de cara por la lesión de Hansle Parchment y la descalificación de Devol Allen, dos de los favoritos. Este tiempo también supone el récord nacional sub-23 en los 110 vallas y, por supuesto, el récord navarro en la disciplina.

El estadounidense Grant Holloway revalidó su título mundial con un tiempo de 13.03 en una final con dos bajas importantes, una por lesión y otra por salida falsa, en la que Trey Cunningham (13.08) redondeó un doblete norteamericano.

La desgracia se cebó con el campeón olímpico, el jamaicano Hansle Parchment, que se lesionó minutos antes de la final, ya en pista durante el calentamiento, y no pudo tomar la salida. También con el estadounidense Devol Allen, eliminado por salida falsa por una sola milésima de segundo.

La eliminación de Allen, acatada después de unos minutos de reclamaciones, descartó la opción de un triplete estadounidense similar al de 100 lisos. Todavía con dos representantes liderados por el defensor del título, Grant Holloway,  el más rápido del año con 12,84, las expectativas locales apuntaban  alto, aunque la disciplina, por su complejidad técnica, siempre deja una puerta abierta a la sorpresa.

Las semifinales dibujaron un posible duelo de campeones por la medalla de oro: Holloway, defensor del título, y el campeón olímpico, Parchment. Nadie bajó de los 13 segundos en las semifinales, aunque los dos campeones estuvieron muy cerca, con 13.01 para el estadounidense y 13.02 para el jamaicano.

En la carrera decisiva, Holloway ratificó su condición de número uno mundial, impávido en la línea de salida pese a los contratiempos de sus rivales. Venció de punta a cabo y su compañero Cunningham completó el doblete estadounidense mientras por detrás Asier Martínez, de 22 años, subía con ellos al podio con récord personal, pese a carecer de experiencia en Mundiales al aire libre.

A sus 22 años, el corredor navarro ha marcado la mejor actuación nacional en unos Mundiales. Con unas marcas inferiores a las de los favoritos, pero con la seguridad de su regularidad, Asier ha vuelto a hacer gala de su instinto para colocarse entre los mejores del mundo. Un hito que no solo tiene su nombre, sino también el de François Beoringyan, su entrenador de siempre, que no pudo contener la emoción al final de la prueba.

De Zizur a la élite mundial

Asier Martínez, de Zizur Mayor, una población cercana a Pamplona con poco más de catorce mil habitantes censados, puede presumir de haber entrado con letras de oro en el libro del atletismo tras su brillante medalla.

El joven atleta navarro ya venía avisando los dos últimos años de su talento saltando vallas desde su irrupción absoluta en el Campeonato de España de 2020 marcado por la pandemia de coronavirus.

En el Europeo de Torun (Polonia) de pista cubierta en 2021 fue cuarto, igual que en el último Mundial de Belgrado bajo techo este mismo año. En su debut olímpico tampoco lo hizo mal, no se amedrentó, superó dos eliminatorias y en la final fue sexto haciendo olvidar a Orlando Ortega y desviando todas las miradas hacía él.

Asier Martínez, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad del País Vasco, ha tenido que pasarse a la enseñanza a distancia al no disponer de tiempo para acudir presencialmente a clases. Su crecimiento como atleta le ha hecho centrarse en esta faceta en la que su juventud le augura un porvenir excelente.

Detrás de Asier está François Beoringyan, su técnico. Un parisino nacido en Chad que se estableció en Pamplona en 2002 y que está moldeando a un campeón de atletismo que, competición a competición, engrandece cada vez más su figura.

Con 1,90 de altura y casi 80 kilos su presencia en las grandes finales comienza a ser habitual. A Eugene llegó con la vigésima mejor marca de todos los participantes pero con dos podios en la Birmingham (3º) y Oslo (2º) en pruebas de la Liga de Diamante.

En un mes otra prueba de oro. El Europeo de Múnich, una competición a la que acudirá con candidatura al podio y más tras el éxito en Eugene.

"No me veo como un favorito y creo que eso es bueno en mi caso. Voy a trabajar en las mismas tesis en las que he estado trabajando. Lo enfoco de la misma forma que lo enfocaba antes de sacar este resultado", dijo el atleta navarro tras su bronce en Eugene.

Por delante ahora varias semanas para asimilar el buen resultado de Eugene y trabajar pensando en repetir éxito en la ciudad alemana.