El sol brillaba este domingo por la mañana. Además, a las 11 en punto, hora a la que empezaba la media maratón, el calor era ya suficientemente perjudicial para los 350 valientes que estaban apunto de embarcarse en una carrera de 21 kilómetros desde la Real Colegiata de Roncesvalles hasta el ayuntamiento de Zubiri. Ninguno de los presentes era un claro favorito a llevarse la victoria y el trazado no es fácil a pesar de ser en descenso.

Pasadas las 12 del mediodía, la gente ya iba acercándose a la llegada de meta y todos los trabajadores iban ocupando sus puestos. Tras una hora, veinticuatro minutos y catorce segundos, toda esa gente vio como Atarratze Rota llegaba a la linea de meta. El tiempo no está cerca de la hora y doce minutos que marca el récord de la carrera, pero eso le daba igual, estaba contento de haber conseguido la victoria. Además, ha ganado como debutante, ya que nunca había corrido esta carrera antes. 

Rota sin embargo no es un inexperto. Natural de Espinal pero residente en Burlada, es entrenador en el club de atletismo Hiru-Herri de Burlada, aunque su especialidad no son las carreras de larga distancia. Lleva entrenando atletismo “toda la vida, desde pequeño”, aunque para el esta carrera ha sido “parte del entrenamiento, un disfrute”. Su objetivo principal son las carreras en pista y ahí es donde tiene el enfoque puesto de cara al futuro. “Soy corredor de pista, soy más de carreras más cortas. De hecho, nunca había participado en una carrera de más de diez kilómetros” aseguraba mientras se sujetaba el cuerpo en las rodillas. Estaba visiblemente cansado, y el mismo afirmaba que la carrera se le había hecho dura nivel muscular porque no está preparado para tantos kilómetros, pero que estaba contento por el resultado. “Mi primera media maratón, y además de monte”, celebraba el ganador.

Su inclusión en la lista de los participantes fue de última hora, al ver el cartel de inscripciones abiertas en Espinal, localidad por la que transcurre la carrera, decidió aprovechar la oportunidad de apuntarse para “disfrutar de la carrera del pueblo”. Pasar por ahí durante el recorrido le ha dado energías para seguir, aunque ha recalcado que lo suyo son “las carreras de mil quinientos metros y las de tres mil de obstáculos”. A pesar de su victoria y su disfrute, es muy consciente de cuales son sus objetivos y no va a correr la segunda parte de esta maratón, la que parte de Zubiri y llega a Pamplona. Ahora quiere centrarse en la temporada de cross, para él y para los que entrena, y a partir de primavera preparar su vuelta a la pista de atletismo. 

Después de terminar la carrera, visitó uno de los puestos de hidratación y recogió una bolsa con comida y bebida para reponerse. Tras eso, volvió a la linea de meta a esperar a Ainara, compañera de club, la cual anunciaban por megafonía que se estaba acercando. Y llegó diez minutos después. Atarratze, entrenador y Ainara, entrenada, se fundieron en un abrazo. Emocionados, salieron ambos victoriosos de la media maratón de Roncesvalles-Zubiri, dejando al club Hiru-Herri por todo lo alto.