El deporte está lleno de historias de superación, y la de Sergio Fernández (Barañáin, 01/04/1993) es una de ellas. El atleta navarro, campeón de España de 400 metros vallas en siete ocasiones –seis de forma consecutiva entre 2014 y 2019 y otra en 2021–, semifinalista olímpico, subcampeón de Europa –ambas en 2016– y plusmarquista español (48.87), regresa a las pistas después de disputar su última carrera en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2021. Dos años antes de la cita olímpica, el de Barañáin empezó a notar molestias en la parte posterior de la cadera. Diagnosticado aquello como una entesopatía, lo que padecía era una rotura del tendón de los isquiotibiales, lesión con la que estuvo conviviendo hasta Tokio. En abril de 2022 fue sometido a una operación en Finlandia y, dos años después, vuelve a las pistas en el Meeting Internacional Ciudad de Málaga este 22 de junio.

¿Cómo se encuentra física y psicológicamente?

Estoy bien. Lo difícil ha sido todo este tiempo después de la operación y el tiempo con el que tuve el tendón roto. Han sido años difíciles, pese a que en algunas situaciones hemos sido capaces de sacar la cabeza con ayuda del personal médico y fisioterapia. Ahora, cuando estoy entrenando y veo que las cosas van sobre ruedas, es mucho más sencillo. Lo difícil está en aquello que no se ve.

“Tenía que dar lo máximo en el Cto. de España, por lo que llegué con lo justo a los Juegos. Al final pones un parche pero dura lo que dura”

Su última carrera fue en los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿Fue al terminar la competición cuando vio que tenía que parar ahí?

Sí. Con el tendón roto, pero con alguna ayuda médica y de fisioterapia, conseguimos llegar al Campeonato de España y yo ya tenía la clasificación muy encaminada para los Juegos. El tema es que la Federación exigía estar en un buen estado de forma y pude correr en el campeonato, que ahí es donde demostré estar en buena forma. La competición era exigente y tenía que dar mi máximo, por lo que luego estuve un mes sin poder entrenar y fui con lo justo a los Juegos. Al final pones un parche, pero dura lo que dura. A partir de ahí terminó mi etapa en Madrid y tuve que decidir. No sabía si volver a Pamplona o buscar un centro de alto rendimiento, entonces vine a Barcelona. Aquí hay un fisio que es responsable de la Federación y gracias a ello dimos los pasos oportunos para llegar a los médicos indicados y finalmente operarme. Esto ha permitido que después de un año y algo esté de vuelta. 

¿Qué significa para usted volver a competir?

Significa muchísimo. Cuando ves que todo se pone cuesta arriba, cuando no ves tanta ayuda económica o cuando ves que tu profesión peligra, se pasa mal. A veces te ves con un pie más fuera que dentro y sigues insistiendo porque es tu pasión y es tu sueño, pero parece que estás remando a contracorriente. Ha habido muchos momentos donde he querido tirar la toalla, pero en frío y después de esos momentos, he vuelto a llenarme de energía y he vuelto a intentarlo. Por suerte, he seguido intentándolo hasta el final y a día de hoy tengo esta oportunidad y la quiero aprovechar para ir al Mundial, para revalidar título nacional y para cualquier objetivo que pueda tener un atleta. Sigo soñando con hacer grandes cosas.

“Cuando uno vive tanta penuria, que llegue algo así es un regalo, pero esto es un punto de partida, habrá que escalar hacia los objetivos”

¿Volver es una victoria?

Volver para mí no es una victoria, pero sí es muy satisfactorio. No quiero que suene triste, pero cuando uno ha vivido tanta penuria, que llegue algo así es un regalo. A partir de aquí, no quiere decir que me vaya a quedar con el hecho de competir en Málaga, esto será un punto de partida y habrá que escalar hacia los objetivos que tengamos, intentar sorprendernos a nosotros mismos y luchar contra lo que se ponga por delante.

Hay personas que se alegran de su vuelta, ¿ha notado este cariño?

No he querido transmitirlo mucho porque quiero ser cauto. Mi cuerpo muchas veces me muestra síntomas de dolor y tampoco quiero tirar cohetes o vender la piel del oso antes de cazarlo. No lo he trasladado mucho a mis seres queridos porque sé que ellos también sufren y no quiero darles una alegría para que luego no sea así.

“Si eres capaz de superar los obstáculos, te vuelves más fuerte. No nos tenemos que rendir, hay recompensas para la gente que lucha”

¿Cómo pueden marcar a un atleta estas lesiones?

Uno cambia en todos los aspectos. Físicamente porque intentas construir una estructura para que cuando vuelvas a correr seas más fuerte. El trabajo con cargas, saltos... todo aquello que no duela o moleste hay que intentar trabajarlo. En ese sentido no he perdido el tiempo y ahora toca recuperarlo corriendo. He mejorado otros parámetros, soy una persona más fuerte que antes. A nivel mental, entiendo que se pasan por distintas fases. Cuando uno pasa por momentos complicados en los que dudas de si dejar este deporte, ves que te resistes a irte, pero parece que todo indica a que tienes que comenzar una nueva vida como una persona de a pie... Es una situación difícil porque es asimilar algo de golpe y porrazo. Ahora bien, si eres capaz de superar estos obstáculos y recomponerte, empiezas a ver un poco la luz. Te vuelves mucho más fuerte, más tenaz, más coherente, aprendes de los errores, etc. Toda esa energía que uno ha desaprovechado en malos pensamientos intenta convertirla en motivación. Cuando uno aprende a sobreponerse, seguramente sea una versión mejorada de lo que era antes. Tenemos derecho a tener días malos y decir que no es día de bajar a la pista, pero cuando uno vuelve a respirar profundo y vuelve a intentarlo, esto le lleva a mejorar. No nos tenemos que rendir a la primera de cambio, siempre suele haber recompensas para las personas que luchan sin descanso.

¿Se ha apoyado en otras personas?

La vida del atleta es la de un guerrero solitario. La gente más cercana te pregunta e intenta entenderte, pero estas circunstancias hay que vivirlas uno mismo. En mi caso, cuando lo paso mal no me gusta transmitirlo a mi familia o a mis amigos. Esto lo lleva uno consigo mismo, por dentro. Sé que la gente que me quiere está ahí para cualquier cosa, pero lo he llevado muy en silencio. El entrenador es consciente de esta situación y es un apoyo fundamental, aparte del grupo de entrenamiento que te tiene que dar buenas vibraciones. Luego las situaciones son complicadas con fisioterapeutas y con médicos porque unos te dicen que estás entrenando mucho y que esa es la razón por la que estás lesionado. Hay diferencias de opiniones que a veces, cuando las cosas no van bien, se tornan un poco complicadas. Pero sí que es verdad que te apoyas en estos, en los que están en el día a día y que hacen una labor para que vuelvas a estar en las pistas.