El domingo tuvo lugar la 44ª edición del Cross de Etxauri, una de las pruebas más señaladas en las agendas de los corredores navarros, donde el pamplonés Víctor Bernedo Royuela y la arruazutarra Maite Bergaño Ibero se llevaron una carrera marcada por el buen tiempo.

La carrera es una de las más longevas del panorama navarro, ya que se estrenó en 1977, donde decenas de corredores deben remontar la carretera desde el propio pueblo hasta el alto de Etxauri, con una pendiente constante de 6,4%. Los 18 kilómetros con los que contaba la prueba en su origen se recortaron a la mitad, ya que antes la prueba era de ida y vuelta, mientras que ahora basta con coronar el mirador de Etxauri

En el podio masculino, Víctor Bernedo Royuela se llevó el primer puesto (27:49), seguido de cerca por Mikel Faber Arbeloa (28:24) e Íñigo Macías Cipriain (28:36). 

“Sabía que era una carrera que solo era subir, y a mí por lo general eso se me da muy bien, y más si no hay piedras y hay mucha carretera como en esta carrera. La semana pasada hablaba con un amigo que me decía que esta prueba era para mí, porque es subir y subir. Entonces no me lo pensé y me apunté. De todos modos es sufrido, hacía tiempo que no sufría tanto, pero ha valido la pena totalmente”, manifestaba el ganador del Cross de Etxauri. 

En su estreno como corredor en la prueba se supo imponer a todos sus rivales y se alzó con un primer puesto que acabó sorprendiendo a todos, incluso a él mismo. “He llegado a la meta y no me lo creía. Es la primera vez que participo. De hecho, es la segunda vez que subo el puerto, aunque la primera fue en bici”, admitía el ganador de la prueba, quien añadía también que estaba “muy contento” tras una carrera donde ofreció “un buen nivel”. 

Ante un experto de las carreras con grandes pendientes, la parte más complicada de la prueba se basaba en saber medir los tiempos en una carrera donde la falta de experiencia en algunos tramos le lastró más de lo que hubiese deseado: “Es verdad que, al competir por primera vez, no sabía las referencias de nada, ni la altimetría del puerto. Al final es subir, subir y subir, intentando no pensar y con la idea fija de llegar hasta el final sin mirar atrás”, concluía el campeón del Cross de Etxauri. 

Por su parte, Maite Bergaño Ibero (35:44), junto a Aurkene Aroca Villanueva (38:25) y Maider Balerdi Ederra (39:06), completaban el podio femenino.

“He ido a tope lo que podía, porque estas semanas no he podido correr mucho. Lo he dado todo y he llegado desfondada. Por lo general suelo preferir las de monte, algo más cortas, llevo ya bastantes años viniendo y siempre quiero superarme a mí misma”, declaraba la ganadora. 

“Es mi segunda victoria en la competición, se podría decir que es una carrera hecha para mí. Al final quedas con amigos, quedamos, hay piques... y nos lo pasamos muy bien. Hemos venido con los txikis una hora antes porque ellos también pueden competir en su prueba, y luego ya nos tocaba a nosotros, así que se puede decir que ha sido un día completo”, concluía la campeona femenina.