La lluvia dio tregua en un espectacular Kilómetro Vertical de Beriain
Dos guipuzcoanos se impusieron en una carrera con 221 participantes
La 16ª edición del Kilómetro Vertical Uharte-Beriain volvió a poner a prueba a 221 participantes que hicieron su exigente recorrido de 5 kilómetros con un desnivel positivo de 1.023 metros y tramos en los que la inclinación llega a ser del 71%.
Entre 43 minutos y algo más de hora y media es el abanico de tiempos que se marcaron en este ascenso contrarreloj desde el frontón de Uharte Arakil (471 m) hasta la Capilla de San Donato, la ermita a más altura de Navarra (1.494 m),
Los más rápidos fueron Aritz Unamuno, de Bergara, y Lide Urrestarazu, de Ordizia, ambos guipuzcoanos. Unamuno ganó con un crono de 43:29 que le sirvió para resarcirse de una mala experiencia en la edición anterior: “El año pasado no pasaba por un buen momento mentalmente y la carrera no fue como quería. Ahora, solo puedo estar muy contento y agradecer a los que me ayudaron”.
Por su parte, Urrestarazu se proclamó campeona femenina por segundo año consecutivo con un tiempo de 49:37. “La carrera es muy bonita para mí. El año pasado fue la primera vez que venía. Este año quería ver si podía mejorar mi marca y lo he conseguido”, afirmó la bicampeona.
Sin embargo, la guipuzcoana tendría que ganar las siguientes diez ediciones para igualar el palmarés de José Luis Berraza, que a sus 56 años ha sido el campeón local en 12 de las 16 ediciones que se han organizado. “A ver si llega el relevo. Ya no ando nada, pero no aparece quien me supere”, dijo Berraza, que algo debe de andar para ser el más rápido de Uharte-Arakil.
La prueba, ante la tromba de agua que cayó el sábado, estuvo pendiente de un hilo durante toda la noche. “Estos últimos años nos están tocando tormentas y mal tiempo. Tuvimos bastante tensión porque el 80% de estas pruebas es el tiempo y no depende de nosotros”, afirmaba Juanjo Goikoetxea, responsable de la organización de este evento.
De hecho, la organización había diseñado un plan B, con el ascenso a San Miguel desde Zamartze si las lluvias impedían la subida por el itinerario previsto. Pero no hizo falta.
La lluvia dio una tregua y permitió desarrollar la prueba con normalidad. La montaña desaguó bien lo precipitado y tan sólo hubo algo de barro en la zona más baja del recorrido. El cielo se mantuvo nublado y la temperatura (10 grados en la zona baja y 7 en la zona alta) era agradable para la competición, según contaban los corredores al teminar la carrera. “La temperatura era perfecta para correr. No tanto para ver”, dijo Maite Zabaleta, llegada de Bilbao.
La carrera transcurrió sin incidentes, salvo por un despiste de los dorsales 114 y 60 que olvidaron la bolsa con sus pertenencias a 1400 metros de altura. Por suerte, no le hicieron volver a subir y dos voluntarios se las bajaron.
Según Juanjo Goikoetxea, sin los sesenta voluntarios del pueblo que colaboran en la organización, sería imposible llevar a cabo esta prueba, que es la más longeva de Navarra en esta modalidad y puntúa para el Campeonato Navarro de Kilómetro Vertical. “Para organizar todo esto, hacen falta los voluntarios. Sin el apoyo del pueblo es imposible. Es de agradecer y, desde la organización, estamos muy contentos con todo lo que han aportado”.