estella-lizarra. En 2005, recién estrenada la mayoría de edad, la portuguesa Alexandrina Cabral Barbosa fichó por el Astroc Sagunto de Cristina Mayo. Llegaba del Madeira Andebol y entonces no podía imaginar que a los pocos meses disputaría toda una semifinal de Champions ante el Viborg. El sábado, cinco años después, volverá a jugar otra (19.00 horas), aunque esta vez con los colores del conjunto navarro.

La temporada no puede ir mejor. Dos títulos, la Liga casi en el bolsillo, el buen papel en Europa...

Estamos muy contentas con lo que hemos conseguido hasta ahora. Además, tenemos la Liga ahí, muy cerca, y en la Champions está siendo sorprendente lo que hemos conseguido.

¿Esperaban llegar tan lejos en la Liga de Campeones?

Creo que lo hemos hecho mejor de lo que esperábamos. Cuando vimos el grupo que nos tocó (en la Main Round) supimos que iba a ser muy difícil llegar tan lejos. Si miras para atrás y ves los equipos que no han pasado...

Itxako ha sido la sorpresa de esta Champions.

Sin duda. Seguro que los rivales pensaron que nos ganarían fácil cuando supieron que les tocaba contra nosotros, ya que no teníamos experiencia. Creo que lo que hemos conseguido ha sido por respetar a nuestros rivales y por confiar en nosotras.

¿Era de las que prefería al Györi o al Larvik en esta eliminatoria?

Una vez llegadas hasta aquí me daba igual cualquier rival, y supongo que lo mismo pensarán de nosotras los demás equipos. Yo creo que pasará el que menos errores tenga. Lo positivo es que al Györi ya lo conocemos del año pasado.

El año pasado, precisamente, usted no pudo jugar con Itxako esta competición al llegar avanzada la temporada del Brasov, pero este año se está desquitando. Es la máxima goleadora del equipo, con 69 tantos, y está destacando en prácticamente todos los partidos.

Me quedé con las ganas el año pasado, así que ahora estoy disfrutando y demostrando esas ganas que tenía de jugar; la verdad es que estoy muy contenta, tanto con el nivel del equipo como con el mío individual.

De hecho, una prestigiosa publicación internacional de balonmano le designaba el otro día como una de las mejores jugadoras del planeta...

Sí, ya lo vi, y eso te deja muy contenta, es una recompensa al trabajo. No todos los días una puede estar en el top-ten.

Echando la vista atrás exactamente cinco años, usted jugó una semifinal de este torneo ante el Viborg. ¿Cómo lo recuerda?

Entonces estaba en Valencia (Sagunto) y era muy joven, así que no la saboree tanto como esta vez. Esta la estoy disfrutando más porque tengo más experiencia, y es increíble estar jugando contra los mejores equipos de Europa, en pistas llenas de aficionados... Hace cinco años no era tan consciente de lo que estaba viviendo.

La pena es que les tocó el Viborg danés, un auténtico equipazo.

Me acuerdo sobre todo del partido de Valencia, que fue el primero (26-31). Pero el Viborg era el claro favorito, era casi imposible ganar a ese súper equipo. De hecho, terminó siendo el campeón.

Esta vez la eliminatoria parece más igualada, aunque por experiencia quizá las húngaras sean favoritas. Eso sí, su estilo le va más a Itxako que el del Larvik...

Yo creo que encaja mejor. Si defendemos bien, como estamos haciendo en los últimos partidos, les podemos crear muchos problemas, porque al Györi no le gusta nuestra defensa. Sin embargo, el Larvik nos podría causar más problemas con su velocidad al contragolpe.

Ahora que han llegado a la penúltima etapa supongo que soñarán despiertas con colarse en la final de la competición por clubes más importante del mundo...

Claro que sueñas con llegar, pero sabemos que hay que ir poco a poco, porque ahora es la fase más complicada de todas y hay que estar muy centradas en los dos partidos que nos quedan. Por supuesto, tenemos la ilusión de clasificarnos para la final, sobre todo porque estamos a un solo paso.