pamplona. Para el técnico, la clave de no llevarse el título estuvo "en la ventaja que les hemos dado en los primeros 15 o 20 minutos; eso nos ha obligado a ir a remolque. Y también en los detalles, que nos han impedido marcharnos en el marcador: siete metros fallados, rebotes, lanzamientos al poste...". También cuestionó algunas decisiones arbitrales, y sobre todo la actitud de la pareja alemana. "Han sido excesivos. Nos hemos llevado dos exclusiones por hablar, cuando estamos hablando de una final; no han sabido dialogar con las jugadoras y han estado muy distantes con ellas cuando sólo pedían explicaciones", señaló Ambros, para quien la victoria en el partido "nos sabe a bastante poco". "Y es una pena no poder ofrecer la Copa de Europa a esta fenomenal afición; por eso digo que la gran temporada no nos sirve ahora de consuelo".

Por su parte, la central Macarena Aguilar comentó que "la clave es cómo hemos empezado, muy irregulares y cinco abajo. Hemos tenido que ir a remolque y no ha podido ser, pero espero que podamos volver a jugar otra final. Hay que estar muy orgullosas de lo que hemos hecho,; mañana lo veremos de otra manera".

Para Carmen Martín, fue una pena no lograr el objetivo, pero ella se quedaba con lo positivo. "Hay que estar felices por llegar hasta aquí. No ha podido ser, pero nos hemos dejado la piel. Hay cuestiones arbitrales con las que no estoy de acuerdo, su pivote hacía todo el rato falta en ataque, pero les hemos plantado cara y ha sido cuestión de detalles".

A Raph Tervel le dolía mucho haberse quedado a las puertas. "Hemos estado muy cerca, pero hemos perdido los nervios". Para ella, la afición estuvo "estupenda" y el equipo, también. "Hemos luchado hasta el final y hemos demostrado que tenemos orgullo y que podemos superar al Larvik con un poco más de tranquilidad. Es el reto para el año que viene, pero me quedo con que no hemos bajado los brazos, y esa actitud es un signo de campeonas".

Sandy Barbosa, por su parte, dijo que sentían "un poco de impotencia" pero que estaban "de enhorabuena" por llegar a la final y ser subcampeonas del mundo. "No cualquier equipo lo consigue. Por eso, hay quedar la enhorabuena a la chicas y muchas gracias a la afición, que está siempre con nosotros; otro año será".

También triste estaba Oana Soit, incrédula ante el ambiente del pabellón. "Ha sido increíble, creo que algo nunca visto en el balonmano español hasta ahora. Nos han faltado cinco minutos". La rumana, que deja el equipo, señaló que es un orgullo irse de Estella jugando una final. "Es la mayor alegría que puede tener una jugadora y les deseo lo mejor".

Nerea Pena lamentaba no haber ganado a pesar de que "hemos demostrado que podemos, pero las decisiones arbitrales nos han condicionado. Hay que estar muy orgullosas de lo que hemos hecho".Finalmente, la capitana, Andrea Barnó, aseguraba que es "muy duro perder una final", pero se alegraba por el trabajo de su equipo. "Hemos luchado hasta el final, eso es lo importante, no hemos dado el partido por perdido aun sabiendo que nos llevaban una renta", explicaba y ponía nota a la afición. "Tienen un diez, han ayudado en los momentos críticos y se lo han pasado en grande, han hecho una fiesta". Barnó ya adelantaba uno de los objetivos para el próximo curso. "Queremos ganar esto como sea".