Patricia Encinas (Getafe, 14/09/1992) es el nuevo seguro bajo palos del Gurpea Beti Onak Azparren Gestión de División de Honor. La madrileña viene de llevarse la plata en el Mundial de balonmano playa en Grecia y fue galardonada con el trofeo a la mejor portera del campeonato. Formada en las filas del Club Balonmano Getasur, tanto en pista como en playa, la guardameta debutó en División de Honor en el Villaverde madrileño y no tardó en fichar por el Alcobendas, donde pasó tres años. Después pasó por el Elche y el Morvedre. Tras una campaña en cada club, el Beti Onak, recién ascendido, no dudó en llamar a la portera para comunicarle su proyecto. La getafense tampoco dudó en aceptar ser una más del club de Villava.

Habéis ganado a la tricampeona Brasil y a Grecia, la actual ganadora. La plata debe saber a oro.

–Sí. Al final ir paso a paso y ganar a países como Brasil, que ha sido muchas veces campeona del mundo, nos hace sentirnos muy orgullosas. El trabajo que realizamos en las concentraciones y en los entrenamientos sale bien y yo creo que los partidos son el fruto de todo ese esfuerzo y trabajo que llevamos encima y de cómo preparamos los encuentros.

¿Qué sensaciones tuvo en la final?

–Muchos nervios. Los mundiales son cada dos años y no siempre te metes en una final, por lo que es algo muy importante. El partido sabíamos que iba a ser bastante reñido. Al final, el encuentro se decantó hacia las alemanas porque tuvieron menos fallos que nosotras, pero creo que la plata que tenemos nos sabe a oro porque sabemos que estamos en nuestro mejor momento, aunque por pequeños detalles se nos fue. Pero bueno, eso no quiere decir que ellas sean mejores y nosotras peores, yo estoy convencida de que, si os ponen otro partido ahora, les ganaríamos.

¿Cómo gestionaba los nervios?

–Yo cuando estoy nerviosa intento concentrarme lo más posible. Allí teníamos afición y muchos amigos me preguntaban si les oía y yo les decía: “No, no os oía, yo estaba en modo concentración, no escuchaba a nadie”. Los nervios a veces te pueden jugar una mala pasada, pero si sabes controlarlos aprendes a vivir con ellos.

“He conseguido el premio a la mejor portera y sabe a gloria, es un sueño cumplido. El trabajo y el sacrificio se ve recompensado”

Mejor portera del Mundial 2022, ¿cómo suena eso?

–Es muy bonito. Es una cosa que me hace muchísima ilusión porque llevo buscándolo desde que empecé el balonmano playa y vi que tenía la posibilidad de conseguir este trofeo. Llevaba muchos años queriendo llevármelo, pero me quedaba a las puertas. Por fin he conseguido el premio a mejor portera y sabe a gloria, es un sueño cumplido. El trabajo y el sacrificio se ve recompensado, tanto en el subcampeonato como en este premio.

¿Cuándo empezó con balonmano playa? Lo ha tenido que alternar con la pista.

–En 2010, llevo muchos años, desde que tenía 17. Cuando acabas la pista el 30 de mayo, te pones a entrenar casi sin descansar cinco horas al día y, al final, te tiene que gustar para empalmar los dos deportes. Sacrificas vacaciones, pero ese esfuerzo se ve siempre recompensado. El dejar muchas cosas de lado también hace que ganes otras porque el balonmano nos aporta un montón de valores y momentos bonitos.

¿Tiene preferencia por alguna de las dos modalidades?

– Ninguna. Lo intentas convalidar de la misma forma. Lo que pasa es que con el pista no ves casi a tu familia en todo el año, entonces intentas dividir el tiempo para alternar deporte y familia y te queda poco tiempo para el balonmano playa.

¿Qué diferencias encuentra entre pista y playa, aparte del terreno?

–La pista y la playa son muy diferentes. A nivel físico no tiene nada que ver una cosa con la otra. Te cansas mucho más en arena y la exigencia física es mucho mayor. De todas formas, depende también del tipo de partido porque, si estás jugando la final four en pista, te puedes cansar mucho más que un partido más normal en playa. Pero bueno, al final son modalidades distintas en las que se exigen habilidades diferentes.

“El Beti Onak es un equipo del que me han hablado muy bien desde el primer momento y eso se valora mucho”

¿Por qué el Beti Onak?

–Me llamaron para comunicarme su proyecto un mes antes de terminar la liga. Fue antes de ascender porque estaban convencidos de que iban a subir de categoría. Cuando me llamaron fue ilusionante, me vendieron tan bien el proyecto que me dieron ganas de ir a Villava en ese mismo momento. El proyecto que tienen y la gente tan amable que hay ahí me encantaron, estoy muy contenta de haber elegido este equipo.

¿Conocía el club?

–Algún partido les he visto por streaming. Además, el año pasado también les tenía presentes para hablar con ellos y saber qué proyecto deportivo tenían para la temporada que viene. El Beti Onak es un equipo del que me han hablado muy bien desde el primer momento y eso se valora mucho. Al final, como jugadora te intentas informar para saber cómo son los clubes. Todo el mundo me decía maravillas de este sitio y, por ahora, no puedo quejarme del trato que he recibido. Estoy deseando empezar ya.

¿Está ya en contacto con las nuevas compañeras?

–Sí, incluso con el preparador físico. Estamos preparando la pretemporada que empieza el 26 de julio. Ya tenemos planeados todos los ejercicios y el entrenamiento físico que vamos a hacer de cara a esta campaña.

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¿Cómo encara esta nueva etapa?

–Me encuentro muy ilusionada, es un equipo en el que tenía muchas ganas de estar. Han fichado a bastantes jugadoras y prácticamente ninguna se ha ido, por lo que el bloque es muy bueno y es un punto a favor. Esto es positivo porque la gente se conoce y han jugado antes entre ellas, aspecto importante en División de Honor. Además, el ambiente que recibes en el grupo es muy bueno.