Beti Onak 28 - 31 Málaga

Beti-Onak: Patri Encinas, Ainhoa García (1), Lyndie Tchaptchet (3), Luzia Zamora (4), Paula Garcia Locay (3), Macarena Sans (2) y Kassia César (1). También jugó Adriana Mallo, Naiara Retegi (2), Mari de Uriarte (2), Ayelen García (3), Eider Hernández (4), Olaia Luzuriaga, Natalia Montilla (1) y Valeska Lovera (2). 

Málaga: Mercedes Castellanos, Silvia Arderius (4), Elena Cuadrado (1), Rocío Campigli (5), Esperanza López (2), Isabelle do Santos (5) y Laura Sánchez (5). También jugó Estela Doiro (3), Sara Bravo (2), María Pérez (2), Almudena Gutiérrez (1), Ariadna Azcune, Rocío Rojas (1) y Virginia Fernández.


Parciales: 4-4/5-7/8-12/10-13/12-15/16-17//17-18/21-19/23-22/25-25/26-28/28-31.

Árbitro: Yon Bustamante López, acompañado por Javier Álvarez Mata. Expulsaron dos minutos a Lyndie Tchaptchet (dos veces) y a Kassía César (dos veces) del Beti Onak, y a Estela Rodríguez, Rocío Campigli, Esperanza López y Laura Sánchez del Málaga.

Pabellón: Hermanos Induráin.

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Balonmano | Beti Onak - Málaga IBAN AGUINAGA

El Gurpea Beti Onak Azparren Gestión no pudo mantener la cara hasta el final (28-31) ante una de las plantillas más fuertes de la Liga, el Málaga. Eso sí, un partido en el que Miguel Etxeberria introdujo más rotaciones de lo habitual pensando en la importancia vital del siguiente encuentro en Granollers; un duelo directo por la permanencia.

Las navarras comenzaron, casi como de costumbre, bien plantadas sobre el Hermanos Induráin (4-4) ante una de las favoritas al título de Liga. Mientras, cerca de mil gargantas alentaban a las locales en el penúltimo compromiso de Liga regular en Villava.

Las verdes querían seguir la estela del partido, que comenzó a decantarse ligeramente para las andaluzas gracias a dos penaltis convertidos por Campigli y una gran acción combinativa finalizada por Esperanza López (7-12), alcanzando así la máxima renta que las visitantes iban a gozar durante los 60 minutos.

Así pues, Miguel Etxeberria se vio obligado a parar la sangría con un tiempo muerto, en el que aprovechó para corregir variables. Tuvo sus frutos en el 40x20: las verdes lograron combinar con mayor celeridad y acierto, además de aumentar la solidez en defensa y el acierto en ataque (13-15). Antes del descanso, ambos conjuntos realizarían un intercambio de golpes. El Málaga convirtió dos goles de manera consecutiva, pero las de Villava anularon esa renta antes del descanso por medio de Eider y Paula (16-17).

Tras el intermedio, Etxeberria confió en las rotaciones con las que había comenzado el compromiso. Y funcionó. Las verdes metieron otra marcha al ritmo del partido, comenzando la segunda mitad con la confianza con la que concluyó el primer período, y colocando un ilusionante 23-20. La afición creía y el pabellón entero empujaba más que nunca, pero cuando menos parecía, llegó una de esas desconexiones que, ante un rival de talla europea, pueden matar el partido. Con cuatro tantos consecutivos (dos penaltis) y guiadas por una colosal Isabelle do Santos, las malagueñas le arrebataron la manija del encuentro a las de Villava (23-24). Las navarras aguantaron el pulso (26-28), pero la gasolina faltó y acabaron cediendo.

 Etxeberria refrescó al equipo con las menos habituales pero, inevitablemente, la cabeza estuvo demasiado pendiente de la final del sábado que viene ante el Granollers.