El aliciente de la Copa para el Helvetia Anaitasuna

Es una competición que gusta jugar. Que suele estar marcada en el calendario. Y esta vez, además, llega en un momento de zozobra para un Helvetia Anaitasuna que se le está haciendo cuesta arriba la Liga Asobal en cuanto a resultados, por lo que puede servir, si se resuelve positivamente, de acicate. El equipo navarro se estrena este martes en la 50ª edición de la Copa del Rey y lo hace visitando al BM Alcobendas de la División de Honor Plata en el sugestivo Pabellón de los Sueños (20.00 h), en una primera eliminatoria que se disputa a un único choque. Todo a una carta.

Tras la derrota del sábado en Logroño y antes de recibir en casa al Ángel Ximénez Puente Genil, el Helvetia pone el foco en un torneo copero que ilusiona. Ganar supondría pasar de ronda, el objetivo número uno, e inyectaría una dosis extra de moral que siempre viene bien y más cuando las cosas están torcidas. 

Pese a competir en una categoría superior, el Helvetia no se confía lo más mínimo. Ahí está la anterior edición copera, en la que el equipo salió escaldado de Antequera. Ahora se verá las caras contra un Alcobendas al que ya se enfrentó en la Copa en la temporada 2019/2020, en la segunda ronda, con triunfo navarro además.

Anclado en mitad de la tabla, el equipo de Javier Suárez buscará beneficiarse del factor cancha para dar la sorpresa. “Siempre jugar fuera de casa tiene esa dificultad, contra un rival que va a tener la ilusión y la motivación de enfrentarse a un equipo de superior categoría”, decía este lunes Quique Domínguez. El técnico gallego advertía de que su equipo debe centrarse en seguir su “camino” y olvidarse del ruido. “No voy a dejar que los resultados me despisten o me hagan pensar cosas diferentes”, constataba un entrenador que no escatima la “dificultad” de la cita copera.