Varias integrantes de la selección española femenina de balonmano, que este domingo se impuso por un contundente 22-38 a Israel en la fase de clasificación para el Europeo 2026, dejaron claro su malestar por tener que jugar contra Israel, con la difusión de un comunicado a través de las redes sociales en el que muestran su solidaridad "con el pueblo palestino".
"Ante el deber de jugar, no puedo ignorar lo que sucede más allá de la pista, en tanto lo que soy impregna por completo lo que represento como jugadora. Como deportista, me resulta imposible separar por completo la competición de la realidad que ahí fuera golpea cada día las vidas de personas inocentes", arranca el escrito.
Un comunicado que compartieron hasta un total de nueve internacionales, entre las que figuran las porteras Nicole Wiggins y Lucía Prades, la lateral Paula Arcos, las centrales Alicia Fernández y Elba Álvarez, las pivotes Kaba Gassama y la navarra Lyndie Tchapchet y las extremos Ona Vegué y Maitane Etxeberria.
"Pienso en cómo, en otros momentos de la historia reciente, el deporte ha actuado con determinación ante los abusos cometidos contra los derechos humanos, y, cuando no lo ha hecho, la ignominia ha sellado la memoria colectiva de sus responsables, quienes lo perpetraron, permitieron o posibilitaron. En cambio hoy, reina un silencio que ahoga. Esa doble vara de medir también duele", continúa el texto.
Asimismo, las el comunicado, que puede leerse en español y en inglés, recalca la "solidaridad" de las jugadoras con el pueblo palestino.
"Mi solidaridad está con el pueblo palestino, sometido a un genocidio que ha arrasado la vida de 68.000 personas y en cuyo hogar no han dejado piedra sobre piedra. No se trata de política -pregúntese quién lo argumenta y por qué-: se trata de humanidad, dignidad y justicia", señala el escrito.
Un texto que las jugadoras difundieron varias horas antes del inicio del encuentro que enfrentó este domingo a España con Israel y que se disputó, pese a la condición de local del equipo israelí, en Bratislava, capital de Eslovaquia
"No puedo no alegrarme ante la posibilidad de un acuerdo que acerque la paz y alivie, aunque sea un poco, tanto dolor. Esta esperanza no borra la responsabilidad ni es incrédula. Compito, sí. Pero no lo hago con indiferencia", concluye el texto