Si hay un producto de cuidado de la piel que ha perdurado en el tiempo y que ha pasado de generación en generación, ese es la crema Nivea de lata azul. Un artículo con un packaging tan representativo que ha pasado de abuelas a nietas y que continúa siento una referencia.
"Un producto mítico y centenario que los consumidores utilizan de mil maneras"
Según la revista estadounidense Esquire, cada año se producen, nada más y nada menos que, 125 millones de cremas Nivea de lata azul. "Un producto mítico y centenario que los consumidores utilizan de mil maneras", tal y como así lo definen los especialistas de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Una crema que se usa como anti estrías, mascarilla, antiarrugas, para el cuidado del bebé, de los tatuajes, para después de la exposición al sol, para el cabello y para que no hagan rozadura los zapatos. "Sin embargo, su indicación es de 'crema hidratante para la piel'. Y esto es lo que hemos querido comprobar en OCU", anuncian los expertos.
¿La lata azul de Nivea es tan buena como dicen? La OCU tiene la respuesta
La OCU no solo ha analizado el producto, sino que también ha llevado a cabo una prueba en la que un grupo de 30 voluntarios ha probado el producto sin saber de cuál se trata y después ha puntuado en un cuestionario sus cualidades cosméticas.
Unos voluntarios que valoraban la crema Nivea de lata azul como buena, con 4 estrellas. "Gusta el olor, tanto en la lata como una vez aplicada, les resulta muy agradable. El olor es emblemático, incluso sin ver el producto a algunas usuarias les evoca al olor de la Nivea de lata o les trae recuerdos de la infancia. Sobre la textura, en general la consideran espesa, densa, cuesta un poco extenderla. Con la sensación grasa, no hay unanimidad: a muchas usuarias les deja sensación grasa y les parece que sería más indicada para pieles secas, otras en cambio no la consideran grasa. Finalmente, en cuanto a su función hidratante, las usuarias perciben su piel hidratada y suave", detallan desde la OCU.
Además, también la han analizado y han extraído las siguientes conclusiones: "Pocas cosas son tan singulares e inconfundibles como la famosa lata azul de aluminio: Aunque su producción tiene un impacto medioambiental importante, se trata de un material ligero, lo que mejora el impacto del transporte y además es reciclable. Otro aspecto positivo es que el envase de Nivea procede de aluminio reciclado en un alto porcentaje. Por otro lado, el formato en tarro hace que se pueda aprovechar el contenido al máximo. Desde el punto de vista medioambiental, la lata de aluminio es una alternativa interesante a los envases de plástico. En su composición se utilizan principalmente ingredientes con capacidad hidratante y emoliente como parafina líquida y cera microcristalina (son aceites minerales) y lanolina (de origen animal). También se usan glicerina (humectante) y pantenol (agente de cuidado de la piel). El etiquetado es correcto, aunque en OCU somos críticos con alegaciones como 'compatibilidad con la piel dermatológicamente probada': este tipo de declaraciones atribuyen al producto una sensación de ser más seguro para la piel, cuando en realidad todos los cosméticos deben serlo".