En los últimos años, el uso eficiente de la energía ha encendido la preocupación respecto a su precio. Y es que la elección entre un aire acondicionado y un ventilador se convierte en temas de análisis, pero cuál consume más energía. El saber cuánto consume puede servirnos de gran ayuda, ya que se puede ver cuál nos va mejor según las necesidades y conocer cómo utilizarlo a la perfección. Además, si se quiere ahorrar en la factura de la luz viene bien conocer sus diferencias de consumo para tener en claro cuál es ideal para el hogar.
Aire acondicionado o ventilador
Un aire acondicionado tipo ‘split’ generalmente utiliza cerca de 1.000 Wh (1kWh), mientras que un ventilador consume aproximadamente 60Wh. Esto quiere decir que el primero consume más de 15 veces lo que consume el segundo. Por ello, aunque se tenga un ventilador de mayor potencia, es improbable que su consumo supere los 100Wh. En cambio, el uso intensivo de energía del aire acondicionado se debe a que opera con una bomba y un compresor. Entonces, para considerar el impacto económico, se puede tomar en cuenta que un aire acondicionado con un consumo de 1.000Wh si se deja funcionando durante 8 horas a un costo energético de 0,20 euros por kWh, el gasto sería alrededor de 1,60 euros.
En el caso de un ventilador con un consumo de 60Wh durante las mismas 8 horas y al mismo precio de electricidad, el costo sería aproximadamente de 0,10 euros. En sí, cabe destacar que el consumo de un aire acondicionado disminuye cerca de 200Wh una vez que ha alcanzado la temperatura deseada. Se recomienda no apagarlo y no encenderlo constantemente, ya que esto hace que el compresor tenga que iniciar y detener su funcionamiento de manera innecesaria, afectando el consumo de energía.
Cómo ahorrar energía con el aire acondicionado
Para ahorrar energía con el aire acondicionado y no observar cómo se dispara la factura de la luz en los meses calurosos, hay estrategias sencillas que se pueden aplicar. Estos trucos no solo ayudarán a reducir el consumo de energía, sino que también contribuirán a cuidar el medio ambiente. Por eso, es ideal escoger la temperatura adecuada y se recomienda mantener a 25 o 26 grados celsius. Puede que esta graduación sea algo alta, pero es suficiente para refrescar el ambiente sin que el aparato tenga que esforzarse demasiado, lo que significa un menor consumo de energía.
Otro consejo útil es hacer uso del temporizador del aire acondicionado y programarlo para que se apague automáticamente durante las horas de la noche o cuando se sabe que nadie estará en casa. Limpiar o cambiar filtros regularmente asegura que el aparato funcione de manera eficiente, ya que un filtro sucio obliga al aire acondicionado a consumir más energía para empujar el aire a través de él. Finalmente, se recomienda ventilar la casa durante las horas más frescas del día, como por la mañana temprano o por la noche. Esto puede ayudar a expulsar el aire caliente acumulado dentro del hogar y así reducir la temperatura sin necesidad de encender el aire acondicionado.