Cuando disfrutamos de una comida o de una cena en un restaurante en grupo y pedimos la cuenta hay quien suele repasar todo lo que se cobra en el ticket para comprobar que todo lo que aparece reflejado es lo que se ha consumido. Pero cuando acudimos al local para pedir únicamente un café, una bebida o un pincho lo habitual es que ni pidamos el ticket. Como avisa la organización en defensa de los derechos de los consumidores Facua, es un error.

Porque a cualquier persona le puede pasar lo que justamente le ha sucedido a su secretario general y portavoz, Rubén Sánchez, que lo ha querido compartir en su cuenta de la red social X (antes conocida como Twitter). Allí ha subido una foto del ticket que recibió tras acudir con tres amigos a un local de hostelería situado en el centro histórico de Sevilla y en el que hay algo que no cuadra.

“Ir por la tarde a tomar café y que te incluyan en el tique cuatro de ‘pan y picos’. Por si cuela”, escribe en el post, que acumula casi 350.000 visualizaciones. En la cuenta, que refleja que hubo cuatro comensales y que se sentaron en la terraza a media tarde, aparecen reflejados cuatro cafés: dos con leche y dos americanos, cada uno de ellos con un precio de dos euros. También un coulant de chocolate, por 4,50 euros.

Por lo tanto, la cuenta debería sumar la cifra total de 12,50 euros. Pero alcanza 15,30 euros. ¿Por qué? Pues porque se añadió algo que no habían consumido: cuatro unidades de “pan y picos” a 0,70 euros cada uno, 2,80 en total.

La foto ha provocado la indignación de muchos usuarios de X, que la han expresado en los comentarios. “A cuántos guiris se la habrán colado”, aventura uno de ellos. “Es algo habitual en hostelería poner cosas en el ticket que no se han consumido y si reclaman pues con la típica excusa de que se ha tocado en el ordenador sin querer, pues sales del paso”, dice otro.

“A nosotros nos hicieron algo similar hace dos semanas en Sevilla. Nos pusieron dos servicios de pan pero cobraron cuatro. Lo que tú dices, por si cuela”. Y no es la primera vez ni será la última”, afirma una consumidora. Pero también hay quien disculpa lo sucedido: “A veces los camareros nos equivocamos y nos tratan como si quisiéramos robarles”.