Isabel Díaz Ayuso acaparó el viernes, una vez más, casi todos los titulares en la Conferencia de Presidentes que tuvo lugar en Barcelona. La presidenta de la Comunidad de Madrid ya había avisado de que no estaba dispuesta a utilizar el pinganillo para escuchar a otros presidentes autonómicos si alguno de ellos decidía no hablar en castellano, sino en otras de las lenguas oficiales. No sólo cumplió su amenaza, sino que además salió de la sala para no escuchar al lehendakari, Imanol Pradales, expresarse en euskera ni al presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, hacerlo en catalán, algo que en privado algunos presidentes autonómicos del PP criticaron.
Gonzalo Miró y el euskera
La actitud de Ayuso generó aplausos entre muchos de los suyos, pero también una oleada de críticas entre quienes no entienden su desprecio a otras lenguas oficiales cuando su discurso se basa siempre en la palabra “libertad”.
Y uno de los que se ha mojado contra ella ha sido Gonzalo Miró. El tertuliano, que tan pronto opina de fútbol en programas deportivos de radio como de política en espacios de actualidad en televisión, no oculta sus ideas de izquierda y las defiende con vehemencia, llegando a cuestionar incluso a la presentadora de Espejo Público, Susanna Griso.
Este sábado Miró estuvo en el Palacio Euskalduna de Bilbao para recoger el Premio Ramón Rubial a la Comunicación, que le ha sido otorgado por su trayectoria profesional en diversos medios y por su compromiso con una información “libre y veraz”. Y el madrileño quiso tener un detalle con el euskera, una de las lenguas despreciadas por Ayuso. “Egun on”, comenzó diciendo cuando subió a recoger el premio. “Me hubiera encantado poder agradecer estos dos minutos, que no sé si serán tantos, en euskera, sobre todo para que no penséis en el País Vasco que en Madrid todos somos igual de catetos”, afirmó, arrancando el aplauso de los presentes.
Decir lo que piensa
El colaborador resaltaba su “agradecimiento” por los apoyos que recibe en la calle “por decir lo que pienso. El mejor premio es cuando la gente no tiene la oportunidad de ponerse delante de una cámara o de un micrófono de radio y te dice que piensa como tú, que no lo dejes y que sigas dando caña, que es por lo general lo que más se escucha. Eso da mucha energía para seguir y para no tirar la toalla, y este premio he de decir que también".
Miró aseguraba que seguirá expresando sus ideas allá donde se lo permitan, y que ese premio le insufla aún más energías. "Sobre todo lo que me da es fuerza para cuando hay momentos, nos pasa a todos, que piensas que no merece la pena aguantar todo esto. Pues resulta que sí merece la pena. Es mejor ir peleando por el camino y ver que tienes ciertos apoyos de la calle”, afirmaba, para terminar su discurso lanzando un nuevo guiño al euskera al despedirse con un “Eskerrik asko”