Por el momento, y salvo en la ficción, una persona no puede recibir la noticia de su propia muerte estando viva. Hay otra opción, que se trate de un error. Es lo que ha sucedido en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, donde una imperdonable equivocación se ha vuelto viral en las redes sociales.

La dan por muerta

La protagonista es una señora de 82 años, M.H.N., que ingresó a principios de septiembre por una celulitis infecciosa en una pierna, de la que fue dada de alta el 10 de septiembre tras su buena evolución.

Apenas unos días después, la anciana regresó al centro hospitalario cántabro para someterse a una revisión y comprobar que todo iba bien tras la infección sufrida. En ese momento, los empleados que trabajan en la recepción vieron que figuraba como fallecida cuando procedieron a verificar sus datos. Su propia médica se lo confirmó: aparecía como muerta en el sistema sanitario.

Problemas con medicinas y pensión

Así lo trasladó el hospital a la Seguridad Social el 16 de septiembre, en un dramático error que tendrán que investigar para asumir responsabilidades y evitar que se vuelva a repetir. Porque no se trata de una anécdota o un fallo tonto sin trascendencia, sino que acarrea consecuencias importantes.

Figurar como fallecida le impedía a la mujer acceder a su cuenta bancaria o conseguir los medicamentos que necesitaba en la farmacia, con lo que su vida pasaba a estar completamente condicionada por el error. Por no hablar del mal momento que pasó la anciana pensando que si la daban por muerta podía ser porque le habían ocultado un diagnóstico mucho más grave.

Quejas de la familia

Para solucionar todo ello, tuvo que solicitar una fe de vida y acudir a diversas oficinas, algo mucho más engorroso siendo una persona con movilidad reducida, para poder regular una situación que se había trastocado totalmente sin tener ella ninguna culpa. Al contrario, era la víctima de un grave error del Hospital de Valdecilla que ha puesto en peligro su salud e incluso el cobro de su pensión, y que aún la mantiene haciendo gestiones para regularizar los problemas que le ha causado este lamentable error administrativo.

La familia de la mujer lamentó en declaraciones al periódico cántabro El Diario Montañés que nadie del hospital se había puesto en contacto con ella para pedirle perdón por lo que había sucedido. “Mi madre se ha sentido como desaparecida del mapa”, relató su hija, indignada con la situación.