Carcassonne (Francia) - El danés Magnus Cort Nielsen, debutante en el Tour de Francia, abrió su palmarés imponiéndose en un esprint entre tres por delante de Ion Izagirre (Barhain) en la decimoquinta etapa, disputada entre Millau y Carcassone, de 181,5 kilómetros, jornada de transición en la que Geraint Thomas (Sky) mantuvo el jersey amarillo.

Nielsen, de 25 años, prolongó la fiesta del Astana que inició Omar Fraile en Mende 24 horas antes. Batió a Izagirre, otra vez segundo, y al holandés Bauke Mollema (Trek), supervivientes de la numerosa escapada del día, con un tiempo de 4h.25:52, a una media la víspera de la jornada de descanso de 40.96 km/h.

Fueron los elegidos para disputar la victoria entre los fugados, que fueron entrando poco a poco en meta. Más atrás, a ritmo de paseo, a 13 minutos del vencedor, se presentaba el pelotón con los favoritos, pensando en el reposo y lo que les espera en los Pirineos. Pacto de no agresión.

Dentro del top ten, y pensando en quemar las naves en los puertos pirenaicos, los candidatos del Movistar, Mikel Landa, sexto a 3:42 y Nairo Quintana, octavo a 4:23. Ante todo la moral alta en la escuadra española, que piensa en cambiar la situación en la cordillera pirenaica.

Etapa marcada para una escapada consentida y el descanso de los guerreros de la general. En el kilómetro 45 se marcharon del pelotón 29 corredores después de cruzar en Millau el viaducto más alto del mundo, un gigante de la ingeniería que sobrevuela el río Tarn a más de 230 metros.

Entre los expedicionarios Soler, Bennati y Erviti del Movistar, Pozzovivo e Izagirre del Bahrain, Nielsen del Astana, el maillot verde Peter Sagan, Alaphilippe, Jesús Herrada, Calmejane, y el campeón olímpico Van Avermaet, el más peligroso en la general a más de media hora.

Por delante un recorrido escarpado, de sube y baja, trufado con la cota de Luzençon (3ª) y el Col de Sié (2ª), donde coronaron Alaphilippe y Calmejane en disputa por el maillot de la montaña antes del gran aliciente del día, el Pic de Nore (1ª), de 13 kilómetros al 6,3 por ciento, conocido como el pequeño Ventoux por la fuerza del viento por aquel paraje.

En esa subida atacó el polaco Majka, en busca de la cuarta victoria para su palmarés. Coronó solo, pero a 15 de meta se le esfumó el sueño porque le alcanzó el grupo que ya se iba a jugar la etapa. Allí estaban Izagirre y Pozzovivo (Bahrein), Nielsen y Valgren (Astana), Mollema y Skujins (Trek), doble baza para tres equipos.

Con el viento de cara y con Carcassonne a 7 kilómetros empezó el juego táctico. Izagirre soltó su órdago a 1.500 metros de meta. Solo le siguieron Nielsen y Mollema, malos compañeros para el guipuzcoano, sobre todo el danés, un hombre muy rápido al esprint. Definitivamente, Nielsen se llevó el gato al agua y otorgó la segunda victoria consecutiva al Astana. - Efe