La marcha cicloturista La Induráin contará este año con 1.500 participantes, que el 22 de julio saldrán desde Villava, 31 años después del doblete del ciclista navarro en el Giro de Italia y el Tour de Francia.
La prueba comenzará a las 8:00 horas en la localidad natal del pentacampeón del Tour con tres distancias para escoger. Al igual que en la pasada edición, habrá un recorrido de 60 kilómetros, así como de 100 y 180 con el objetivo, en todos ellos, de disfrutar de una jornada festiva por las carreteras por las que Induráin preparaba sus retos.
La categoría más asequible se llevará a cabo en una las zonas más boscosas de Navarra, pasando por las localidades de Urroz, Erro, Zubiri, Huarte y Villava con una altimetría acumulada de 700 metros que incluye una ascensión de tercera categoría. Además, el recorrido corto de la marcha ofrece a todos los ciclistas un avituallamiento en el alto de Erro.
La segunda opción comenzará también en Villava para después atravesar Aoiz, Olaldea, Mezquiriz, Erro, Zubiri, Huarte y Villava. Son 100 kilómetros de recorrido con un encanto especial y una altimetría acumulada de 1.452 metros que incluye dos ascensiones de tercera categoría y una de segunda.
Se ofrecerán dos avituallamientos, uno en el pueblo de Olaldea y el otro en el alto de Erro.
Para los más atrevidos, la organización propone una distancia de 180 kilómetros con salida y llegada en Villava y con un desnivel acumulado de 3.133 metros, con dos ascensiones de tercera categoría, una de segunda y tres exigentes ascensiones de primera.
A lo largo del recorrido los ciclistas podrán disfrutar de cuatro avituallamientos para recuperar fuerzas y disfrutar de la marcha hasta el final.
"Me dieron calambres por el interior de la rodilla en el último cuarto del recorrido largo. Pasé un momento malo hasta llegar al avituallamiento", ha recordado Induráin sobre la edición del pasado año.
El protagonista de la prueba espera un "fin de semana agradable" en julio con la opción de poder elegir la ruta acorde al estado de cada persona. Sobre la distancia de 100 kilómetros, Induráin ha señalado que tiene algún "repechito más" respecto a la de 60, contando con subidas "duras" y puertos como Erro.
"Hay gente para todo. Algunos se meten y luego les tenemos que sacar, pero la ilusión nunca hay que perderla. Es un recorrido exigente, tanto Velate, Egozcue, Artesiaga...", ha avisado sobre los 180 kilómetros sobre los que él mismo rodará.
El maillot diseñado para la ocasión evoca al rosa del Giro y el amarillo del Tour junto a su característico color verde y un mapa del recorrido con la firma de Induráin.
Miguel Induráin: "Un doblete siempre ha sido difícil, actualmente y antes"
El exciclista navarro ha rememorado su doblete de 1993 en Italia y Francia. Recuerda unos meses "buenos pero intensos" en aquel 1993 con un Giro "peleado y duro" con rivales como el letón Piotr Ugriúmov y el italiano Claudio Chiappucci como máximos rivales. "Me costó sacarlo adelante", ha añadido sobre la prueba del país transalpino.
Sobre el Tour de aquel verano, el de Villava dice que pagó "el esfuerzo de todo el año tras caer enfermo por un descuido. Los últimos días se me hicieron complicados, tuve ahí el Tourmalet con el juez de carrera por lo que tuve que arriesgar bajando y al final pude solucionarlo".
"Fue un error de equipo. Estábamos en Andorra y salimos a entrenar, hacía buen tiempo. En el hotel estábamos a dos mil y pico metros. Hicimos bastantes kilómetros hacia abajo y al final ahí me enfrié. Al día siguiente vi que tenía algo, menos mal que era penúltimo día y el siguiente día era llano y no hubo muchos ataques", añade sobre el desliz.
"Mi objetivo era el Tour. El Giro fui a ver cómo iban las cosas y a prepararme también. La carrera me llevó a una situación y al final me metí en la pelea. Esos esfuerzos al final te van haciendo mella y en el Tour lo pagué un poco", ha comentado.
De cara a la prueba gala de este año, que comenzará el 1 de julio, Induráin tiene candidato: "Jonas Vingegaard está fuerte. Es el actual ganador y es un poco el favorito, pero lo cierto es que están todos ahí, algunos con lesión, como Tadej Pogacar. Siempre hay varios candidatos". Destaca a los españoles Eric Mas o Mikel Landa para "ponerlo difícil" a los favoritos.
"Tienes que centrarte mucho, sacrificar mucha parte de la temporada, organizar bien los esfuerzos, es complicadísimo. Muy pocos lo hemos logrado", ha señalado sobre el mérito de conseguir dos grandes títulos.
Echa de menos "los buenos momentos, como la salida del Tour, el ambiente previo y la profesión en sí, pero luego cuando ves las subidas que tiene este año, con la tensión que suele haber y demás, uf, estoy mejor viéndolo por la televisión".
"El ciclismo, al igual que el deporte en general, ha cambiado y se ha abierto mucho más. Son etapas más cortas, explosivas y con menos contrarreloj. Además, ahora hay equipos más internacionales y antes igual te quedabas más en los equipos de casa por cercanía y forma de entenderte", opina sobre el momento que vive el deporte de dos ruedas.
