El oscense Pablo Castrillo (Kern Pharma) calificó de “impresionante” su victoria de ayer, segunda en la Vuelta, que considera como “un puto sueño”, en un día que ha tenido “unas patas increíbles, mejor que las del otro día” en Manzaneda.

“Lo de Manzaneda fue ya irreal pero esto es un puto sueño”, dijo en meta, visiblemente emocionado pero feliz porque “llevaba unas patas increíbles”.

Respecto al desarrollo de la etapa, explicó que le ha “dado vida” su ataque a 3 kilómetros de la meta a sus compañeros de escapada, el ruso Alexandr Vlasov y el francés Pavel Sivakov.

“Sivakov ya estaba un poco cansado porque había tirado mucho y cuando le he visto la cara a Vlasov me he decidido”, apuntó, asumiendo que “no se puede explicar” lo que suponen para él estas dos victorias, ya que “no lo esperaba”.

Por su parte, Enric Mas (Movistar) se mostró “muy contento” por su rendimiento en la etapa de ayer, a pesar de tener que superar un día “muy duro” que “casi” le aparta de la meta.

“Estoy muy, muy contento pero ha sido muy duro y casi no llego a la meta, en serio”, dijo el balear al llegar a la meta.

Con esta etapa Mas se apuntala en el podio y se quita el mal sabor de la etapa de Ancares, donde no estuvo como quería pero no perdió la confianza. “La confianza ha sido siempre del 100%. El otro día ya os dije que esperaba que fuese solo un mal momento y hoy (por ayer) se ha visto que parece que sí”, comentó, dispuesto a “disfrutar” lo que queda de Vuelta pero antes a “atacar el día de descanso”.

“Queda mucha Vuelta y vamos a disfrutarlo. Vamos a atacar la jornada de descanso porque ha sido una semana dura y queda una semana también muy dura”, apuntó.

Ya sobre los rivales, y habiendo entrado en meta junto a Primoz Roglic, consideró que “Ben ha hecho una etapa muy buena pero haberle aventajado en 38 segundos permite ir poco a poco recuperándole tiempo”.