De origen glaciar, en la Sierra de la Demanda, asoma el tesoro de Las Lagunas de Neila, donde se concentró la Vuelta femenina en su primer test de montaña.
El día estaba señalado como un neón que parpadea en la noche. Imposible ocultar su presencia. Un imán para las favoritas, conscientes del peso de la etapa.
Demi Vollering, defensora de la corona, reconoció de inmediato el paisaje. Se sabía de memoria la senda hacia la victoria. Se coronó en 2022 y 2023 en el mismo lugar.
Gloria en las alturas para la neerlandesa, majestuosa en Las Lagunas de Neila, donde se exhibió con un ataque demoledor cuando restaban 3 kilómetros para la cumbre.
Allí, Vollering, acompasado el ritmo y la respiración, agarró el liderato de la Vuelta después de someter a Marlen Reusser, que se dejó 24 segundos, y Anna van der Breggen, que perdió 56.
Lidera la Vuelta con una renta de 45 segundos respecto a Van der Breggen y de 46 con Reusser. Estupenda, Usoa Ostolaza, quinta en meta, es octava en la general.
En Rozavientos, el puerto anterior, la pena atrapó a Gerritse, la líder, que se evaporó en una carretera rugosa, estrecha, y vieja festoneado por pinos y sublimada por rampas hoscas, dolientes tras caerse. Vollering pastoreaba el grupo, cada vez más reducido, más agobiado.
Sensacional Ostolaza
La zarauztarra Usoa Ostolaza, la mejor ciclista del Laboral Kutxa en lo que va de campaña, resistía con la alta aristocracia. Fue quinta en meta. Ese grupo selecto, con Van der Breggen, Reusser, Muzic o Kerbaol, entre otras, compartía destino hacia las fauces de la Las Lagunas de Neila, con sus 6,5 kilómetros y un porcentaje del 9,1%.
La montaña mordió de inmediato. Después de un movimiento de Labous, Van der Breggen se erizó. Fijó el paso que ahogó a la mayoría. No logró desajustar a Vollering, que esperó para descascarillar a Van der Breggen. Aleteó Vollering y Van der Breggen se encogió.
Reusser siguió el paso de la neerlandesa hasta que tuvo que renunciar. Vollering, formidable, despegada del resto, completó una ascensión impecable para coronarse en Las Lagunas de Neila, desde donde reclamó la Vuelta.