Paula Ostiz añadió ayer un nuevo capítulo a la historia del ciclismo navarro y, más en concreto, a la historia de los corredores de la comunidad foral en los Mundiales de Ruta.La juvenil obtuvo la octava medalla navarra en estas citas. Ocho medallas que se reparten solo tres ciclistas, y los tres saben qué es enfundarse el maillot arco íris de campeón del mundo.

Induráin, el más laureado

El más brillante y más laureado es, cómo no, Miguel Indurain. El villavés ganó el oro en el Mundial de crono de Tunja (Colombia) en 1995, con la autoridad de ser el mejor contrarrelojista de la época. Y cuántas habría ganado si esta modalidad, instaurada en 1994, hubiera llegado antes a los Mundiales.

Además, visitó tres veces el podio de las pruebas de fondo, con el tercer puesto en 1991 y los segundos puestos en 1993 y 1995. En 1991, bronce por ir superando la selección continua de la dura carrera de Stuttgart; en 1993, plata por sacar a relucir sus dotes de velocista ante llegadores de la talla de Olaf Ludwig o Johan Museeuw; y en 1995, plata por respetar el ataque de un compañero de selección, el guipuzcoano Abraham Olano.

Todo ello en esos cinco años mágicos en los que Indurain acumuló la mayor parte de su impresionante palmarés:cinco Tours de Francia, dos Giros de Italia, récord de la hora...

Morrás, la sorpresa

Fue una sorpresa absoluta, una campanada: el primer ciclista español que se enfundaba un maillot arco íris en unos Mundiales de Ruta, en cualquier categoría, iba a ser Miguel Morrás, un sesmero que estuvo a punto de acabar en el fútbol –llegó a jugar el Campeonato de España con la selección cadete navarra– y que en Quito (Ecuador) culminó en 1994 un gran trabajo de equipo de la selección. Por desgracia, su salto al profesionalismo con el equipo ONCE fue efímero, por culpa de una lesión de rodilla que le abocó a la retirada.

Ostiz, las tres primeras

En dos temporadas en juveniles, Paula Ostiz ha acumulado ya tres medallas:plata y oro en fondo y plata en contrarreloj. Una eclosión impresionante que le ha permitido ganarse ya un puesto en el Movistar, el quinto equipo en el ránking femenino mundial. 

Tanto en Zúrich 2024 como en Kigali 2025, la navarra ha demostrado sus dotes de clasicómana que no se arredra con los duros repechos y que es potente y veloz en las llegadas reducidas. Y esa sensación de que, una vez se aclimate en el pelotón profesional, irá a los Mundiales sub-23 y absolutos a seguir engrosando su palmarés mundialista.

Miguel Induráin (en profesionales)

Bronce en fondo 1991

Sttugart (Alemania). Con todo el cansancio acumulado de haber disputado la Vuelta en primavera (2º en la general), haber ganado su primer Tour (y dos cronos) y haberse relajado más de la cuenta con las celebraciones posteriores, Indurain corre el Mundial 1991, se mete en el corte bueno de cinco ciclistas, lanza el sprint y termina tercero por detrás del italiano Gianni Bugno y el neerlandés Steve Rooks.

Plata en fondo 1993

Oslo (Noruega). La de Indurain es la rueda más vigilada en Oslo (Noruega). El villavés, que ese año ha ganado su segundo Giro y su tercer Tour, se mete en la fuga buena. Lance Armstrong, un estadounidense que se ha dado a conocer con una victoria de etapa en ese Tour, ataca y nadie le sigue. Y en un sprint ante velocistas de la talla de Ludwig (3º), Museeuw (4º) o Fondriest (5º), Indurain logra una brillante plata. 

Oro en crono 1995

Tunja (Colombia). El Mundial de crono se inaugura en 1994 y MIguel Indurain no participa, pero en 1995, ya con su quinto Tour en el palmarés, se va a por él a Tunja (Colombia). Es el número uno indiscutible en esa modalidad y así lo demuestra, marcando los mejores tiempos de principio a fin y ganando, en un trazado de 42 kilómetros, por 42 segundos ante Abraham Olano y 2:03 ante el alemán Uwe Peschel.

Plata en fondo 1995

Duitama (Colombia). Tras exhibirse en la crono, el villavés es el gran favorito en el fondo. El duro trazado hace una selección de nueve ciclistas. Indurain pincha, tres rivales atacan y los alcanza y ataca. Cuando acaba su fuga, salta Olano, que se va mientras los demás vigilan a Indurain, que respeta el ataque de su compañero. Olano gana (llega a meta con una rueda pinchada) y el navarro gana el sprint por la plata ante Pantani y Gianetti.

Miguel Morrás (en juveniles)

Oro en fondo 1994

Quito (Ecuador). Miguel Morrás, nacido en Pamplona y con residencia en Sesma, salta a la fama en Quito (Ecuador) al ser el primer español que gana el oro Mundial en carretera en cualquier categoría. En la fuga buena se va con otros cinco ciclistas: Eladio Jiménez, Pablo Lastra, dos rusos y un colombiano. Ataca a 42 de meta y firma una gran galopada mientras Jiménez y Lastras vigilan a sus rivales. 

Paula Ostiz (en juveniles)

Plata en fondo 2024

Zúrich (Suiza). Pese a ser juvenil de primer año, Paula Ostiz eclosiona en 2024 al ganar la crono del Europeo. En Zúrich no le sale la crono como quería –acaba 7ª–, pero en la prueba de fondo se desquita: aguanta delante en todas las selecciones hasta que se queda sola con la gran favorita –la británica Cat Ferguson, que firma el doblete crono y fondo– y con la eslovaca Chladonova, a la que arrebata la plata en un gran sprint.

Plata en crono 2025

Kigali (Ruanda). El pasado martes, Paula Ostiz fue 2ª en la crono. Tuvo una gran actuación pero la neerlandesa Megan Arens voló para ganar con una marca de 25:47 en el duro trazado de 18,3 kilómetros. Ostiz llegó a 35 segundos y por apenas 2 arrebató el segundo puesto a la noruega Oda Gissinger. A Ostiz no le dolió no ser campeona y celebró la plata como un gran éxito, consciente de que ayer tendría otra oportunidad para vestirse de arco íris.

Oro en fondo 2025

Kigali (Ruanda). Por ese calambre que le asustó, Ostiz aparcó su habitual valentía y optó por la prudencia: no gastar fuerzas hasta el final –ya lo hicieron sus compañeras, imperiales, cuando hizo falta– y confiar en su gran potencia para ganar en ese repecho final en el que estaba situada la meta. Y así lo hizo, con frialdad en carrera y frialdad en un sprint que lanzó a 100 metros de la meta para hacer realidad su sueño arco íris.