Dos jóvenes sacerdotes metidos a investigadores hicieron de la primera temporada de Los Enviados la serie en español más vista en los Estados Unidos del catálogo de Paramount. En aquella primera entrega, estrenada hace ahora dos años, Simón (Miguel Ángel Silvestre) y Pedro ( interpretado por el actor mexicano Luis Gerardo Méndez), dos sacerdotes del Vaticano pertenecientes a la Congregación de las Causas de los Santos, son llamados a investigar el caso de un supuesto milagro llevado a cabo por el cura de un pequeño pueblo. Una vez allí, y en plena investigación, el cura desaparece y la situación hace que los dos protagonistas se vean cara a cara con el fanatismo más atroz, poniendo en cuestión sus propias creencias.

Justo dos años después, Paramount ha estrenado la segunda temporada de la serie, en la que la acción se ha trasladado de Hidalgo, en el centro de México, a Galicia. En esta ocasión, los dos protagonistas se adentran en una trama de misterio y asesinato en un convento gallego en el que viven tres monjas ciegas testigos de una visión milagrosa, que las llevó a descubrir el paradero de una niña que había desaparecido años atrás y nadie había podido encontrar. La misión se centrará en descubrir si realmente tuvieron una visión divina, o si el detalle de la ubicación de la niña podría tratarse de un acto criminal y de un gran engaño.

La trama de los nuevos episodios tiene una mayor carga de suspense y ahonda en la faceta investigadora de los dos jóvenes sacerdotes. Y de nuevo la lucha entre la mentira y la fe toma el protagonismo.

NO AL FANATISMO

Ambos intérpretes coinciden en que trabajar en Los Enviados les ha servido para reafirmar que “la fé es buena pero el fanatismo no. Creo que está bien que aunque entretenimiento plantee la pregunta, el mensaje de que hay que cuestionarse las cosas”, resume Luis Gerardo Méndez. Mientras que Silvestre afirma ser “muy espiritual, y para mí la serie corrobora que muchas veces hay algo que no se puede explicar, que está ahí, está en el aire y es una gran incógnita de la que vive el ser humano”.

En esta segunda entrega, Simón y Pedro tienen una relación nueva. La resume Méndez afirmando que “ahora son un equipo. En la primera temporada no se soportaban y estaban todo el tiempo midiéndose uno al otro, no podían ser más distintos. Y en esta temporada aprenden a vivir con las diferencias del otro”.

Al frente de Los Enviados está el argentino Juan José Campanella, ganador de un Oscar por El secreto de sus ojos y nominado por El hijo de la novia, ejerciendo tanto de creador como de productor y director. Toda una garantía de buena factura y de éxito. Y así lo remarcan los dos protagonistas.

Los nuevos episodios traen, además, incorporaciones al elenco como las de la donostiarra Marta Etura (Trilogía del Baztán) o Susi Sánchez (Mentiras pasajeras, Cinco lobitos, Dolor y Gloria), en el papel de una de las monjas ciegas de la nueva historia.