Joaquín Villalobos, exguerrillero salvadoreño y asesor de Felipe Calderón para la guerra contra el narcotráfico, iniciada hace tres años en Ciudad Juárez, cifra en 30.000 los muertos, muertitos, de la batalla campal entre diversas fuerzas del orden y ejército y cárteles de Juárez y Sinaloa por el control de la ruta de la coca colombiana camino de EEUU. Judith Torrea es una periodista navarra (Ilarregui) que emigró a USA hace quince años y acaba de ganar el premio Ortega y Gasset de Periodismo Digital por su blog (http://juarezenlasombra.blogspot.com) con la crónica diaria de asesinatos, extorsiones, secuestros y matanzas generados en torno a una oscura trama de intereses, instituciones, negocio y chorros de blanco polvo. En su libro Juárez en la sombra. Crónicas de una ciudad que se resiste a morir, desgrana con bisturí templado y pulso audaz historias de un angustioso sinvivir. Buitres carroñeros es un desmedido epíteto para el quehacer periodístico en situaciones de extrema tensión. La obligación de informar impone cubrir escenarios como el citado, con riesgo de la vida, para encontrar fuentes que ayuden a explicar y denunciar lo que está ocurriendo en una geografía de horror y muerte. "No deje que Juárez desaparezca. El silencio provoca injusticia, solo los muertos se quedan en silencio", exigía una madre luchando por dar la vuelta a la situación de violencia descontrolada, desatada y cafre que inunda la ciudad. Más de treinta muertos por semana en acciones atribuidas por el Gobierno a pandilleros y narcotraficantes, versión contra la que lucha Judith Torrea con datos investigados y confirmados día tras día. Una locura desatada de sangre y vesania que una periodista ofrece a la sociedad, alejada de tonos efectistas o manipulaciones amarillistas. La muerte asesina en estado puro.