madrid. "Todo el mundo me pregunta cómo un cántabro canta así, y es que me crié escuchando a Camarón", explicó ayer David Barrull, santanderino de 27 años que triunfó anoche en la final de La voz evocando el flamenco más puro y con una idea clara: "La tele es muy efímera, pero no se puede echar la culpa al medio, es que tienes que ofrecer algo más".
La gala que le coronó, además de la emisión más vista del día con cuatro millones de espectadores (la final de Top chef obtuvo 3,8 millones de seguidores) también arrasó en las redes sociales, con 752.311 mensajes, según los datos ofrecidos por Tele 5, que sitúan a esta final como el registro más alto conseguido en la historia de la televisión.
"La música es emoción", afirmó ayer Barrull en una comparecencia de prensa en la que estuvo acompañado de la cantante Malú, su coach en la final de la segunda edición del concurso de talentos musicales.
Pero Barrull, trabajador de la Asociación Gitanos de Hoy -"donde quiero seguir ayudando a mejorar la vida de mi pueblo", asegura- tiene claro que la fama instantánea no significa triunfar en la música, como ha ocurrido con su antecesor en el título de La voz, Rafa Blas.
"La tele es muy efímera, pero no se puede echar la culpa al medio, es que tienes que ofrecer algo más", dijo Barrull, quien puso el ejemplo de David Bisbal, otro de los coach del programa, "que no ganó pero que ha ido a mejor hasta que se ha convertido en una estrella".
Se presentó al casting animado por su familia. En la noche de la final mostró una voz privilegiada para los más diversos matices en torno al flamenco, en un tema interpretado con Pablo Alborán al piano o en Como las alas al viento, copla que popularizó Rocío Jurado. Ahora espera contar con "un hueco en la música" gracias al premio del concurso, la grabación de un disco con Universal Music, en el que le gustaría incluir algunos temas propios, aunque ya tiene propuestas de colaboraciones como la de Niña Pastori y su marido, Julio Jiménez, para producirle el disco.
malentendido Malú, por su parte, vivió muy emocionada la gala final, apelando a su "flamenco de verdad", hasta el punto de chocar con David Bisbal por citar este a los clubes de fans a los que Bisbal pidió llamadas para su candidata. "No he hecho las paces con Bisbal, porque no ha hecho falta, fue un malentendido que se magnificó", respondió la cantante. Barull, casado y con dos hijas pequeñas, no teme a esa especie de maldición del olvido que ronda a los ganadores de este tipo de programas: "No tengo ningún temor, creo que lo que ha de pasar, pasará, quiero poner mi entusiasmo en esto y a esperar...".