El gatillazo de Moreno
A veces, viajar te salva de las pedradas que la rutina te tiene reservadas. En TVE han batido récord para poner en marcha Alfombra roja el último desaguisado de José Luis Moreno que no pude ver. Mi crítica de una desastre televisivo anunciado se ha confirmado pero lo que no contaba es que el ventrílocuo se lo tomara tan mal. Ha denunciado a Bluger, una publicación on line sobre temas televisivos. Moreno lleva demasiado mal las críticas para ser uno de los autores más longevos de nuestra televisión. Es como que no soportara la idea de que su manera de ver el espectáculo además de quedarse vieja, utilice elementos que chirrían en una sociedad moderna y tecnológica: ni tiene por qué entender los chistes de Lepe ni babear por los escotazos de las presentadoras ni repetir los bravos que se estilaban hace décadas. Aunque lo de tecnológica habrá que ponerlo entrecomillado ya que el domingo la tecnología dio su enésimo gatillazo en las elecciones andaluzas. Toda la inversión en tablet que habían hecho resulta que no sirvió para nada. Los resultados se retrasaron media hora sobre el horario previsto. Un tiempo que los tertulianos dedicaron a hacer falsas conjeturas sobre los resultados dando como buenos los encuestas a pie de urna. Un debate mentiroso ya que luego tuvieron que envainarse sus argumentaciones cuando los datos reales fueron saliendo. Se abusa de estos profesionales de la opinión que dicen lo que sea y lo contrario en la misma conversación sin que les tiemble la voz. Claro que en estas elecciones no solo falló la tecnología; también hubo quien se pasó la ley por el forro: en Canal Sur sacaron las encuestas antes de que se cerraran las urnas. Algo que espero que la justicia se tome más en serio que la demanda de José Luis Moreno contra unos periodistas cuya obligación era decir la verdad sobre su programa. Con todo, que sepa Moreno antes de demandarme que estas líneas no las he escrito yo, me las ha dictado Macario. Él sabrá por qué.