"Estoy pasando por una etapa más tranquila, que ya me hacía falta, y menos soñadora"

Melendi afronta su presente gira con una nueva actitud ante la vida, más tranquila, "ya lo necesitaba", que transmite incluso a través de la línea telefónica.

Vienes a Pamplona para tocar con motivo del Congreso del metal...

La verdad es que no lo sabía hasta que me lo comentaron el domingo, no tenía ni idea.

Y vienes con tu nuevo disco bajo el brazo, "Curiosa la cara de tu padre", un trabajo en el que has terciado más hacia el rock dejando la rumba casi a un lado, ¿por qué?

Yo creo que, poco a poco, voy tirando hacia sonidos en los que me encuentro más cómodo, sobre todo en directo. Además, antes componía mucho con la guitarra española y ahora lo hago principalmente con la eléctrica, lo que provoca que las canciones ya nazcan con un poco más de rock en la sangre; y eso se nota.

Este último compacto arranca con el tema "Como una vela", en el que afirmas que "me consumo como una vela, no quiero nadie a mi alrededor que le salpique esta puta mierda que algunos llaman amor". ¿Acongoja este nuevo Melendi?

(Risas). Esta canción es un poco fatalista, los tiros van por ahí pero no es una situación vital, sino pasajera.

Lo que no es pasajero es tu afición a parafrasear títulos de películas para dar nombre a tus canciones, como "Piratas del bar Caribe" o "Un violinista en tu tejado".

Sí, aprovecho la promoción que ya les han hecho a las películas para mis canciones (risas). No sé por qué pero es verdad que me salen bastantes referencias cinematográficas.

En una producción como la de "Curiosa la cara de tu padre", para la que has contado con numerosos músicos a la hora de grabar en estudio (tres bajistas, dos baterías, percusión, Hammond, programaciones, acordeón...), ¿cómo solventas la papeleta a la hora de trasladar todo eso al directo?

La verdad, bastante bien. Prácticamente todos los músicos que han grabado son los que llevo para el directo. Tenemos mucho feeling entre nosotros y, además, llevamos los conciertos muy preparados; eso te da mucha tranquilidad porque sabes que estás muy bien respaldado.

En otra de las canciones, "Un tipo diferente", dices que tu disco no pasa frío "acurrucado entre mantas, entre Il Divo y Paulina". ¿Rendido ante la inevitable realidad del "top manta"?

El top manta, por una parte, está haciendo que la música todavía sea más universal si cabe y, por otra, está arruinando un negocio que ya no es negocio ni nada, ya es complicado hasta vivir. La verdad es que se está complicando un poco lo de ser cantante.

Melendi ha cumplido el sueño de, desde la calle, llegar a ser un artista reconocido y vivir de la música. Esto ha sido suficiente hasta el punto de ahora digas que "pocos son los sueños que me quedan vivos" ("Piratas del bar Caribe").

Estoy pasando por una etapa de mi vida bastante equilibrada, que ya me hacía falta. Y eso hace que sea una etapa menos soñadora. Antes tenía más objetivos por cumplir y ahora, poco a poco, se han ido cumpliendo y uno ya tiene una estabilidad y una familia. Todo esto te hacer ser menos exigente con la vida. En este sentido, llevo seis años seguidos girando y no me voy a apurar a la hora de grabar un nuevo trabajo. Es necesario que la gente descanse de mí y que yo también descanse un poco.

Esperemos que es equilibrio no te haga saltar al jazz...

(Risas) No, no soy tan buen músico. Soy bastante del montón y, aunque me gustara, no sería capaz.

Teniendo en cuenta que Melendi ha editado cuatro discos y que compartes escenario con Celtas Cortos y El Portal de Jade, ¿qué repertorio ofrecerás en Pamplona?

Los conciertos que estamos ofreciendo en esta giran duran dos horas y cuarto. En Pamplona, nos tendremos que ceñir al tiempo que nos den, pero seguro que nos llega para repasar el nuevo disco y tocar algunas de mis canciones anteriores.