Publicada la biografía de la escritora navarra del exilio María Luisa Elío
realizada por el pamplonés Eduardo Mateo, ha sido editada por la universidad de la riojaLa polifacética creadora, cuya obra "Tiempo de llorar" fue publicada en España en 2002, falleció en julio de este año
pamplona. La Universidad de La Rioja acaba de publicar el libro M.ª Luisa Elío Bernal. La vida como nostalgia y exilio, escrito por Eduardo Mateo Gambarte, profesor del IES Plaza de la Cruz de Pamplona. La obra traza la biografía de esta escritora navarra exiliada en México tras la Guerra Civil y fallecida en julio de este mismo año. El libro cuenta con 214 páginas y se presentó dentro de las actividades del Congreso Internacional El exilio literario del 39. Setenta años después, celebrado la pasada semana en la universidad riojana.
el exilio del padre María Luisa Elío Bernal nació en Pamplona el 17 de agosto de 1926. Fue la tercera hija de Luis Elío Torres, abogado de aristocrática familia navarra, y de Carmen Bernal López de Lago, murciana de Mazarrón. Antes y durante la República su padre fue juez municipal y presidente de los Jurados Mixtos de Trabajo. El 19 de julio de 1936 fue detenido en su casa en presencia de su mujer y sus hijas, pero logró escapar de la comisaría y vivió escondido en Pamplona. Este encierro lo cuenta Luis Elío en su libro Soledad de ausencia. Entre las sombras de la muerte (España, 1936) -editado en México por la UNAM en 1980- y que Editorial Pamiela publicó en Pamplona en 2002. A finales de 1939 consiguió pasar a Francia y llegó a París, donde se reunió con su familia. Una vez reunidos, viajaron a México el 16 de febrero de 1940 desde el puerto de Le Havre.
Al poco de llegar a México, M.ª Luisa Elío empezó a estudiar teatro y, posteriormente, formó parte como actriz del grupo experimental Poesía en voz alta, junto a Octavio Paz, Juan José Arreola, Leonora Carrington o Juan Soriano, entre otros. Ya en los cincuenta, también trabajó en varias películas realizadas en la época y colaboró en distintos medios periodísticos con cuentos.
el regreso "Cuando en 1970 María Luisa Elío vuelve por primera vez a Pamplona, de la que había salido en 1936 y en la que seguía viviendo en su memoria, se encontró con una fría estación poblada de sombras, de silencios y de ausencias", cuenta el autor de su biografía. "Una mujer -prosigue Eduardo Mateo- aferrada a su pasado y a la mano de su hijo de seis años buscando fantasmas del pretérito en el balcón vacío de una casa deshabitada desde su infancia. Solo escucha la voz de toda la nostalgia acumulada durante más de treinta años. La voz de nadie. Nadie la reconoce y ella tampoco reconoce sus recuerdos. Regresar es irse, concluirá la autora tras ese intento baldío de recuperar su pasado".
Tiempo de llorar es el libro donde cuenta su viaje y su experiencia. "Novela que muy pocos pamploneses conocen y que es uno de los libros más hermosos que se conocen acerca del regreso a la ciudad natal", afirma Mateo Gambarte. Y como colofón de aquel viaje escribió después Cuaderno de apuntes en carne viva que conforma una importante obra literaria llena de sensibilidad y de veracidad.
La obra de María Luisa Elío está publicada en México en dos libros: Tiempo de llorar (1988) y Cuaderno de apuntes (1995), ambos en Ediciones El Equilibrista. Posteriormente en 2002 aparecen publicados en Editorial Turner en España en un solo volumen con el título de Tiempo de llorar y otros relatos.
Especial relevancia tiene su relación muy particular y de profunda amistad con Emilio Prados, con el gran poeta cubano Eliseo Diego y con el colombiano Álvaro Mutis, así como con García Márquez, quien les dedica Cien años de soledad, y de quien dice: "María Luisa Elío, con sus vértigos clarividentes, y Jomí García Ascot, su esposo, paralizado por su estupor poético, escuchaban mis relatos improvisados como señales cifradas de la Divina Providencia. Así que nunca tuve dudas, desde sus primeras visitas, para dedicarles el libro". Desde la década de los 50, ella y Jomí entran de lleno en la vida cultural mexicana. Además de sus compañeros de exilio y generación, entre los que figura Ramón Xirau o Emilio García Riera, se relacionaron con Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Juan García Ponce o Salvador Elizondo. En Cuba convivieron con Eliseo Diego, Alejo Carpentier o Alfa Medina, entre otros. Además de sus obras, otra faceta importante de su vida fue la de animadora cultural, agitadora e impulsora de lo mejor de la creatividad de los demás.
El viernes día 17 julio de 2009, en la madrugada de México, "se ha congelado aquella fotografía en blanco y negro de una niña delgada con su vestidito de piqué y el peinado intacto junto a su papá, al lado de sus hermanas Cecilia y Carmenchu, bajo la leve sonrisa de mamá. Tiempo de llorar: ha muerto María Luisa Elío Bernal", concluye Mateo Gambarte.
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