pamplona. Partiendo de las obras de Albéniz, Granados o Falla, compositores que bebieron de las fuentes del andalucismo flamenco, Duquende ha conformado un viaje musical de ida y vuelta entre lo popular y lo culto. Basta como ejemplo apuntar que el recital se inicia con la guitarra de Armando Orbón mostrando todas las influencias jondas que se manifiestan en el Albéniz de la Suite Española o en el Granados de las Danzas andalucistas; así hasta llegar a El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla. Esta primera parte sería la denominada exacto, es decir, que no admite improvisación. Con la entrada de Jorge Pardo e Isaac Turienz en el escenario llegará lo infinito, una parte en la que lo culto se desvanece y se transforma en improvisación. Una segunda parte que tendrá su punto álgido con la entrada de Duquende y su travesía hacia el flamenco más profundo y con más duende.
"Lo exacto y lo infinito" es el nuevo espectáculo con el que Duquende llega a Barañáin, ¿como llega usted a dar forma a un montaje tan atípico dentro del flamenco?
Para hacer este espectáculo he partido de mi alma, mi corazón y la fuerza y la intención de poder dar todo lo mejor de mí. Algo que intento siempre en cada una de las actuaciones que ofrezco. La gente que me viene a ver ya sabe a lo que va, llevo muchos años en esto del flamenco y todos saben que cuando me siento en el escenario lo tengo que dar todo, aunque tenga 40 galas y al día siguiente tenga que cantar otra vez... Mañana, Dios dirá. Así soy yo y así es mi cante. Es lo que me motiva a dar caña siempre.
¿Musicalmente, y respecto a la parte que le corresponde, qué palos y temas la conforman?
En primer lugar me gustaría decir que la banda que da vida a este espectáculo es una pequeña familia, a la que todavía le quedan muchas cosas por desarrollar pero que está muy contenta porque lo más importante para nosotros es el gran ambiente interno del que disfrutamos. En cuanto al repertorio que va a poder escuchar el público navarro, habrá un poco de todo... Cantaré un poco por tarantas, también por seguirillas, tangos y flamencos.
Al margen de la gira en la que está inmerso, ¿qué planes de futuro baraja Duquende?
En estos momentos estoy grabando un nuevo disco y, en cuanto a conciertos, no me puedo quejar, ya que tengo el año completo. Mi objetivo siempre es grabar el disco de mis sueños, y en eso es en lo que está centrada mi cabeza ahora mismo. Han transcurrido unos cuantos años, tengo mucha más experiencia y he pasado por un pequeño cambio de voz, que ahora es más de hombre, ya que el niño se fue acabando. Me queda la esencia, la fuerza y todo el conocimiento de la vida, que en mi caso no ha sido fácil.
Aunque ya han pasado casi tres años, ¿qué recuerda de aquella colaboración tan particular que realizó junto a Jabier Muguruza?
Aquella colaboración surgió de una gira en la que compartimos escenario con Leonard Cohen. Una gira que, entre otros placeres, me permitió conocer a esta bellísima persona y gran músico, con el que entablé una gran amistad ya que nuestras personalidades eran muy parecidas. Me propuso colaborar en su disco y para mí fue todo un honor.
¿Qué queda en Duquende de Camarón?
Yo vengo de la raíz de Camarón, como él bien decía. Camarón fue el cante perfecto del flamenco, eso lo creo yo y lo cree todo el mundo; y el no lo piense así, que vaya y estudie. Fue el cantaor más completo de toda la historia, él era todo: saber, fuerza, afinación, ritmo... Y para poder cantar bien hay que comer de ahí para coger parte de su grandeza; eso no quiere decir que no tengas que escuchar a otro como a Mojama, Terremoto o los antiguos. Todo esto que haces como aficionado es lo que te da luego tu propia personalidad a la hora de cantar.
Al hilo de Camarón, usted participó en el disco "La leyenda del tiempo". Desde su perspectiva, ¿qué ha significado este álbum en la historia del flamenco?
Cuando salió este disco a la calle recuerdo que a la gente no le gustaba porque decían que Camarón se había vuelto muy moderno. Hasta Camarón llegó a decir en una entrevista que era un trabajo que la gente no entendía; y es que, si escuchas hoy La leyenda del tiempo, todavía parece moderno, así que hay que imaginárselo en aquella época. Ahora yo estoy haciendo un pequeño homenaje en directo a Camarón y tomo partes de aquel disco, como la nana o sus bulerías y alegrías; es todo tan bonito que estoy muy orgulloso de realizar este tributo.