PAMPLONA. Hace diez años fuisteis el primer grupo que hizo doblete en el Anaitasuna de Pamplona, una ciudad que también os ha dejado momentos especiales como el concierto de la plaza de toros acústico tras la lluvia. Diez años de conciertos y discos, ¿permiten guardar recuerdos de algunas citas o ya todo es una nebulosa?
-Por supuesto que hay cosas que se te quedan grabadas. Los dos primeros conciertos, el doblete, los recuerdo menos, pero el de la plaza de toros, lo tengo marcado a fuego... Cuando estás tocando y ves que se te van canales y que eso no suena, te pones un poco más nervioso. Pero de aquella actuación salimos reforzaos, como dicen los futbolistas, porque tocar con tantas inclemencias meteorológicas y sólo con las guitarras... Es algo que se te queda grabado para siempre, sobre todo por la respuesta de la gente.
-Por aquel entonces llevabais a Goar como guitarrista, que ahora relanza Cicatriz, grupo del que citabais frases en directo.
-Sí, tío, el único que quedaba vivo del mítico grupo de Vitoria.
-Fue muy trabajado pero el ‘boom’ de Estopa resultó impresionante. ¿Se os hizo complejo de asimilar, cuáles fueron las mayores dificultades?
-La mayor dificultad fue nuestra falta de saber, porque no teníamos ni puta idea de por dónde nos iba a venir el asunto y no sabíamos cómo funcionaba el negocio de la música. Por otra parte, no teníamos muy claro qué camino tomar y nos dejamos llevar, afortunadamente, por el sendero correcto. Realmente, nunca llegamos a entender por qué fue todo tan fácil y salió tan bien; en el fondo lo achacamos a la suerte. En este sentido, tampoco entiendo muy bien cómo es posible que diez años después sigan confiando en nosotros, haciendo que esta gira funcione tan bien como lo está haciendo.
-¿Qué recuerdos te traen estribillos como “feliz tú con la regla, feliz soy tu compresa”?
-Bufff. Recuerdo que antes de editar el primer disco salió un single con dos canciones, una era Ésta, Feliz, feliz y la otra se titulaba El Yonki. Eso sí, la que salió editada era la versión light, en lugar de “feliz con tu regla” decíamos “feliz lerele” (risas). Más que nada porque tenemos familia, suegros...
-Una de las cosas curiosas que ahora casi todo el mundo sabe es que hay un bar en Cornellá que se llama La Española y que existe un pueblo llamado Zarza Capilla, esto tiene que otorgar cierto orgullo.
-Esto tiene que ver con el hecho de que nosotros contamos historias de lugares concretos pero que suceden en cualquier otro sitio; es decir, todas las ciudades tienen un bar de menús como La Española y las cosas que suceden en Cornellá también suceden en Pamplona;son historias con las que cualquiera se puede sentir identificado.
-En lo que se refiere al compacto que celebra vuestro décimo aniversario, con tantas colaboraciones, más que un disco habrá sido un máster musical.
-Sí, ha sido como el Harvard. El haber tenido la suerte de conocer a tantos maestros y sus maneras de hacer consigue que, quieras o no aprender, aprendas. De cara a los próximos discos, seguro que se nos nota el máster que hemos hecho;sobre todo nos ha enseñado que se pueden hacer las mismas cosas pero de formas muy diferentes.
-Lo curioso de este disco, más que las colaboraciones, han sido las remezclas. ¿Darle tu canción a alguien para que la manosee provoca cierto miedo?
-Da cierto miedo, pero si se la das con completa libertad para que haga lo que quiera con ella, a su antojo, el resultado son versiones sumamente respetables, que a unos les gustarán más y a otros menos;con los gustos nunca se sabe. Por eso hemos querido diversificar un poco nuestro sonido, haciendo que suenen diferentes.
-Supongo que plantear un repertorio para una gira como ésta habrá sido lo más complicado. ¿Lo variáis o está cerrado?
-En los primeros conciertos hemos visto cuáles funcionaban mejor y peor. En Mallorca, que fue el primero, se nos olvidó meter el Run run, algo de lo que nos dimos cuenta una vez terminado. Posteriormente la hemos incluido y funciona muy bien. Lo importante es conseguir un repertorio que esté equilibrado, que tenga caña, sea enérgico, pero también tenga sus momentos de bajar revoluciones. En este sentido, tenemos la suerte de que no presentamos ningún disco nuevo, lo que nos ha permitido elegir las canciones que nos ha dado la gana de todos nuestros álbumes. Creo que es un repertorio muy potente.
-Hace diez años os poníais como meta hacer dos discos más y dirigir un corto. Las expectativas se han cumplido con creces...
-Lo del corto, no (risas). Tenemos muchos proyectos mentales y aunque no hemos hecho un corto sí hemos realizado un trescuatrometraje y una peli. Tenemos un huevo de historias, pero contarlas es otra cosa. Cuando te lo pasas bien es creándolas, pero sacar el tiempo para sacarlas adelante... Ése es el empujoncito que nos falta.