pamplona. Antonio Loperena, pintor y escultor navarro, nacido en Arguedas el 4 de septiembre de 1922 falleció ayer en Tudela a los 87 años de edad. Conocido por su pintura paisajística y por sus esculturas y tallas, como la dedicada al Pastor en las Bardenas. Su familia procedía de Ezcaroz, ganaderos que se instalaron en Arguedas. Antonio Loperena fue pastor hasta los 30 años, y su formación fue completamente autodidacta.
Según recoge la Editorial Auñamendi en la ficha sobre este artista navarro, a los cuatro años padeció de meningitis dedicándose durante la convalecencia a dibujar y a recortar figuras. A los catorce años, por ser el único varón que quedaba en la familia se dedicó al pastoreo y durante largos períodos de tiempo su distracción fue la literatura, el dibujo y la talla. Casado en 1947, todavía siguió durante cinco años con el ganado, pero presentó ya dos exposiciones de cuadros al óleo y pequeñas tallas de boj.
Después de dejar el ganado en 1952 se dirigió a Tudela para aprender el tratamiento de la piedra y el mármol así como el modelado de la arcilla. Fue seleccionado para la primera Exposición Internacional de Artesanía en la que obtuvo medalla y tercer premio.
Más tarde recorrió el Louvre y museos importantes de París donde conoció a los clásicos de la escultura. La primera talla de importancia que realizó fue una copia de Nuestra Señora del Yugo para la parroquia de Arguedas, imagen gótica, patrona de la ribera de Navarra. Más tarde realizó en pino y tamaño natural las imágenes de N. Sra. de la Esperanza y un San Irineo y luego un San Antonio para la catedral de Tudela. Le atraen por entonces los Crucificados y hace tres de tamaño natural.
En 1970 realizó una estatua de Marco Fabio Quintiliano para Calahorra (Rioja) de tres metros de altura en un solo bloque de piedra. Entre sus proyectos se cuenta la realización de una estatua al Pastor Montañés colocada en las Bardenas y una escultura de Sancho el Fuerte de Navarra.
Su producción pictórica, a la que se dedicó hasta hace pocos días, incluye más de cuatrocientos cuadros que comprenden paisajes, retratos al óleo, acuarelas, etc.La temática era el pasiaje y las escenas taurinas sobre todo.
En el año 2007 recibió el Zahorí de Plata de la sociedad cultural El Pocico en reconocimiento al amor que siempre demostró por su tierra y la promoción que realizó de ella, a través de la pintura y la escultura.