pamplona. La realidad de la discapacidad infantil centra desde ayer y hasta el próximo 30 de abril en el Palacio del Condestable la exposición benéfica El Dios de los inocentes. En ella, los artistas navarros Carlos Ciriza y Enrique Pimoulier realizan un recorrido visual a través de pinturas y fotografías, respectivamente, por el centro Elsie Gaches de Filipinas donde la Fundación Juan Bonal -la ONG de las misioneras de Santa Ana- atiende a 632 menores con discapacidad física y psíquica recogidos de las calles de Manila.

Ciriza y Pimoulier dedicaron tres días de trabajo a documentar altruistamente el día a día en dicho centro, en el marco de un proyecto de sensibilización en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo con el que la Fundación Juan Bonal advierte del problema de la situación de la infancia discapacitada en los países menos adelantados.

La exposición El Dios de los inocentes demuestra que se pueden realizar los sueños. Un grupo de jóvenes del centro Elsie Gaches participó de un insólito taller de escultura impartido por Ciriza con el que se estimuló su desarrollo cognitivo al tiempo que se dio la oportunidad a los chavales de disfrutar de una actividad diferente. Pero además, el artista pintó siete cuadros rematados posteriormente en su taller de Pamplona. Pinturas en acrílico y óxido de hierro sobre papel que representan las manos infantiles de ese puñado de niñas y niños del centro que bajo las suyas modelaron en arcilla sus pensamientos. Se trata de una obra exclusiva que conforma el único trabajo de Ciriza en el sureste asiático. Quien adquiera alguno de los cuadros de la colección El Dios de los inocentes, estará contribuyendo en la alimentación de los pequeños y en su tratamiento terapéutico.

El trabajo llevado a cabo por el fotógrafo navarro Enrique Pimoulier se concreta en una colección de veinte instantáneas a color. El reportero, con amplia experiencia fotografiando zonas de conflicto internacional, muestra una insólita visión de la discapacidad en un país donde los menores son abandonados a su suerte debido a dos males endémicos en los países en desarrollo: la ignorancia y la pobreza.

La entrada a la exposición es gratuita para todos los públicos, de lunes a sábado en horario de 9.00 a 21.00 horas, y los domingos de 11.00 a 14.00 horas. Tras pasar por Pamplona, la muestra viajará a otras localidades navarras como Estella, Sangüesa, Tudela o Barañáin, antes de iniciar su recorrido por las principales capitales españolas.