Laura Mañá rompe moldes sobre el sexo en la tercera edad con "La vida empieza hoy"
la nueva película de la directora catalana abrió el certamen, que continúa el lunesLa historia parte de unas clases de sexualidad dirigidas a mayores que le dio a conocer la coguionista, Alicia Luna
pamplona. La 24 Muestra de Cine y Mujer arrancó ayer en los cines Golem con La vida empieza hoy, una comedia con la que su directora, Laura Mañá, rompe los estereotipos que existen en torno al sexo en la tercera edad. Y es que, en su opinión, "el cuerpo está vivo a cualquier edad, las sensaciones no se jubilan".
Acompañada de una de las protagonistas de la película, la conocida actriz Mariana Cordero (La torre de Suso, Princesas), Laura Mañá presentó en Pamplona la que es su quinta película después de títulos como Sexo por compasión, Morir en San Hilario o Palabras encadenadas, entre otros. En esta ocasión, la realizadora catalana ha coescrito el guión con Alicia Luna (Te doy mis ojos), que le habló de unas clases de sexo para la tercera edad. "Y yo me pregunté: para qué necesitan clases, qué pueden aprender que no sepan ya". Pero "empezamos a asistir y descubrimos muchas cosas", y muy interesantes, como demuestran los diálogos que se reflejan en la película y que están sacados textualmente de las citadas sesiones. Descubrieron que hay personas como Pepe (Lluís Marco), que tiene una disfunción eréctil a causa de la depresión que le ha causado jubilarse; como Herminia (Sonsoles Benedicto), que cree que es frígida, aunque su problema es que siempre ha estado con el hombre equivocado; como Julián (Osvaldo Santoro), al que le gustan mucho las mujeres, pero sobre todo Herminia; o como Juanita (Pilar Bardem), que tiene la certeza de que se va a morir en cualquier momento, pero que decide rehacer su vida cuando aprende el significado de las caricias... Y así, hasta un buen número de personajes que convierten La vida empieza hoy en una entrañable "reflexión vital sobre el proceso de envejecimiento", con deseos, fantasías, placer... y otros temas plasmados en una comedia que, lejos de ser didáctica, "intenta ser amena, divertida y emotiva", subraya Mañá, que toma una frase de la profesora de estas clases, Olga (Rosa Mª Sardá), para ilustrar el fondo de la cuestión: "Somos sexuales desde que nacemos hasta que morimos, porque el sexo tiene que ver con las sensaciones y no dejamos de sentir nunca".
el tono justo Sin duda, esta película narra situaciones duras, dramáticas, pero lo hace en tono de comedia. "Creo que es un tono arriesgado y cuando empezamos a escribir me asustaba saber si sería capaz de contar lo que tenía que contar siendo, a la vez, totalmente respetuosa con las circunstancias que narra la película". A vistas del resultado, parece que, en efecto, ha sido capaz y se muestra satisfecha. "Con lo que tengo grabado al final podía haber hecho una porno", bromeó, al tiempo que agradeció la generosidad de unos actores "valientes" que no dudaron en exponerse tanto, incluso físicamente. Una de ellas es Mariana Cordero, que calificó de "maravillosa" a la realizadora por hacer esta película "atrevida" que "hay que ir a ver".
En su caso, da vida a Rosita, la mujer de Pepe, una mujer que ha pasado de ser madre de sus hijos a madre de sus nietos, sobre todo porque sus hijos, "como lo hacen casi todos", parece que no entienden que las personas mayores, y menos sus padres, siguen siendo seres sexuales. Mientras, Pepe intenta superar el trauma de la jubilación echándose una amante más joven. "Hay mucha gente que se casó a los 20 años y que, con el paso del tiempo, dejó de ver a la persona que tenía al lado", explicó la actriz, "encantada" con su personaje. "Es una mujer que está muy enamorada de su marido y hace lo que sea por reconquistarlo, lo que es una prueba de amor maravillosa". Sobre todo, continuó Cordero, porque Rosita pertenece a una generación en la que muchas mujeres ni siquiera han tenido un orgasmo porque no se han atrevido a pedírselo a sus maridos, a buscarlo juntos jugando". Y una mujer mayor, añadió la actriz, "sigue teniendo sexualidad y sensualidad".
Pero la edad no sólo parece ser un hándicap para el sexo, sino también para el trabajo, como bien sabe esta intérprete extremeña de 60 años. "La cosa está mal para las actrices mayores, cuando en este país hay algunas estupendas", y subrayó que, precisamente, son los años los que "te han hecho vivir toda clase de emociones" que, sin duda, benefician a cualquier personaje. La prueba está en La vida empieza hoy, con un elenco de veteranos que sostienen un filme cargado de vitalidad.