madrid. El dibujante italiano Gianluca Maconi recrea en su nueva novela gráfica, El caso Pasolini, el último día de la vida del reconocido cineasta y escritor Pier Paolo Pasolini y su sórdida muerte, cuyos hechos siguen sin esclarecerse treinta y cinco años después.
"Pasolini fascinó quizás por su anticonformismo, quizás por su condición de persona que no encajaba en ninguna definición, en ningún cliché. Él no negociaba sus ideas pero, al mismo tiempo, estaba lleno de matices", explicó Gianluca Maconi en una entrevista con Efe a través del correo electrónico.
El día de su muerte, Pasolini concedió una entrevista al periodista Furio Colombo, salió a cenar con un amigo y dio una vuelta en coche en busca de uno de sus adorados "chicos de la calle".
El elegido fue Giuseppe Pelosi, un joven, de diecisiete años, que acabaría siendo condenado por el asesinato del poeta italiano, aunque algunas voces, como la de la periodista Oriana Fallaci, mantuvieron que la muerte había sido planeada y perpetrada por más personas.
El propio Furio Colombo es autor del prólogo de El caso Pasolini, que termina con un análisis del asesinato elaborado por el director de cine italiano Francesco Barilli.
"Son personas muchísimo más preparadas que yo, y no sólo en este tema. A veces pienso que el recuerdo que ellos tenían de los cómics para niños ha jugado a mi favor, que hayan pensado: "Para ser un cómic no está mal"", destacó Maconi.
Con unas ilustraciones de estilo "grotesco", que limitan entre "el dibujo realista y el humorístico", rico en detalles y gráfico, Maconi expone los hechos, mezclando la realidad con una visión metafórica que convierte a Pasolini en un Maharajá de la India.
"Quería reproducir el heroísmo y la estupidez de su muerte, así como la casualidad que está detrás. Es heroico, porque se sacrifica por una causa menos importante que él; y estúpido, porque olvida sus responsabilidades hacia los demás", aclaró el autor.
Las viñetas, que siguen el estilo cinematográfico, se convierten en todo un "guiño" al cine del director, especialmente en su apertura.
El cuerpo del novelista y cineasta, golpeado y atropellado, fue encontrado sin vida en Ostia la mañana del 2 de noviembre de 1975. En su última entrevista Pasolini había escogido como titular la frase: "Estamos todos en peligro".