pamplona. El Auditorio Baluarte de Pamplona acogerá entre mañana, día 23 de septiembre, y el viernes, día 24, el I Simposio Internacional de Empresas de Restauración de Patrimonio Histórico.

Organizado por Arespa (Asociación Española de Empresas de Restauración del Patrimonio), y bajo el lema Los que hacen las cosas, el congreso tiene asegurada ya la presencia de casi 200 asistentes que ha formalizado la matrícula (que oscilaba entre los 70 y los 82 euros, en función de cuándo se realizara). Jesús Aranguren (Construcciones Aranguren), Gonzalo Rey (vicepresidente de Arespa), José Miguel Rubio (presidente de Arespa), Javier Leache (vicepresidente de Arespa), Antonio Coronel (gerente de Arespa) y Raimundo Zubillaga (Construcciones Zubillaga) comparecieron ayer para presentar tanto el propio Simposio como las causas que les han llevado a su organización.

Gonzalo Rey, vicepresidente de Arespa y director general de la constructora gallega NEORSA, recordó que Arespa "se fundó hace diez años reuniendo a empresas especializadas en la restauración del Patrimonio Histórico Artístico. Tras muchos años de trabajo y una vez superadas muchísimas dificultades de todo tipo, hemos llegado a la conclusión de que nosotros somos los que hacemos las cosas. Es decir, de todos los agentes que intervienen en la restauración, los únicos que ponen la mano directamente sobre el monumento somos nosotros". La defensa de las citadas empresas especializadas frente al intrusismo de otras constructoras no especializadas podría considerarse como uno de los principales objetivos de este simposio. "Un patrimonio en manos inexpertas puede quedar dañado, y sin arreglo. Por lo tanto, hemos llegado a la conclusión de que era el momento de pensar en nuestra personalidad como empresas especializadas, y por eso hemos convocado este simposio". Un congreso que servirá para que el sector "manifieste sus preocupaciones de cara al futuro. No queremos llorar nuestros problemas, sino ver qué podemos hacer para prepararnos, mejorar y mirar hacia delante", matizó Gonzalo Rey. En este sentido, el simposio está abierto a la participación de los arquitectos, los gestores del patrimonio, instituciones, entidades privadas, estudiantes, restauradores, arqueólogos "y, prácticamente cualquiera que esté interesado en el patrimonio". Rey finalizó su intervención apuntando que "el objetivo final de nuestras empresas no es el rendimiento económico sino que se trata de un objetivo intangible, la conservación de un patrimonio cultural que hemos recibido y que tenemos que transmitir".

Para desarrollar los principales aspectos, se han creado cinco mesas, integradas por ponentes de reconocido prestigio, bajo los siguientes epígrafes: La empresa de restauración, Hoy y mañana de la empresa de restauración, La restauración comparada, La difusión del trabajo del restaurador y La formación del restaurador. Este simposio tiene tendrá como resultado final la elaboración de un manifiesto (Manifiesto Pamplona) que recogerá las reflexiones que se produzcan sobre la personalidad actual y futura de las empresas de restauración y sobre la forma en que éstas de participar en la conservación del patrimonio. Este manifiesto se dará a conocer en las jornadas sobre restauración que tendrá lugar en Valladolid en noviembre.

Por su parte, el navarro Javier Leache hizo especial hincapié en el daño que a las empresas de restauración integrantes de Arespa, tanto de bienes muebles como inmuebles (unas 50), les ha hecho la nueva ley de construcción, "una ley que permite adjudicar proyectos no superiores a 350.000 euros a empresas no especializadas, lo que ha generado un alto grado de intrusismo, ya que entre el 70 y el 80% de las licitaciones son inferiores a esa cifra. Por eso, solicitamos a la Administración que ponga especial atención en los pliegos ". Las obras de restauración, remarcó Leache, "no deben considerarse como un gasto, sino como una inversión que genera un retorno importante a medio plazo".