Vitoria. Algunas crónicas llegadas desde México hablan de problemas del público con la autoridad, de ciertos retrasos, de rumores de cancelaciones, de... bueno, de todas esos detalles que a veces son tan del gusto de los medios de comunicación para generar algo de polémica, sobre todo si hay punk de por medio. Pero también todas ellas dicen lo mismo: Evaristo está como en los mejores tiempos de La Polla. A grandes rasgos, así ha transcurrido el nuevo tour de Gatillazo por escenarios del otro lado del Atlántico, otro éxito como lo fue la gira por Chile, Argentina y Uruguay del año pasado.

Seguro que son unas cuantas las buenas sensaciones y las anécdotas (alguna será un poco peliaguda según los testimonios colgados en Internet por sus seguidores mexicanos describiendo unos pocos incidentes de seguridad) que los componentes de la banda nacida en Agurain se están trayendo en estos momentos desde allí, toda vez finalizadas las dos actuaciones previstas en Monterrey y Zapopan, que se han realizado este pasado fin de semana. Eso sí, en el equipaje hay otra novedad importante.

Y es que esta semana se ha puesto a la venta el cuarto trabajo de estudio de la formación punk, un Sangre y mierda (Maldito Records) que ya se encuentra disponible. Se trata de una nueva vuelta de tuerca, otra mirada sin tapujos a la realidad, donde se llama a las cosas por su nombre y en la que queda claro que ni la edad aplaca los ánimos del veterano líder de la banda, ni falta que hace.

A buen seguro, los seguidores del grupo ya conocen de primera mano algunas de las 14 canciones que componen esta última entrega de Gatillazo puesto que varias han sido presentadas en los conciertos de los últimos meses (también en los dos recitales de México), sobre todo el tema que sirve también como título del CD. Además, Internet también está cumpliendo su labor en estos casos y está sirviendo para difundir de manera rápida las nuevas composiciones.

Directo, crudo y sin esconderse. Así es un álbum formado por cortes como Hoy palmamos, No quiero dios, Mucha muerte, Esto es vida, Vistiendo al muñeco y No Love, entre otros. Un trabajo discográfico que toma así el relevo de Gatillazo (2005), Dianas legales (2007) y Sex Pastels (2008).

Puede parecer que a los alaveses les ha costado demasiado volver a editar un disco desde el lanzamiento de su última entrega, pero lo cierto es que el combo no para de componer y desde hace tiempo tenía este álbum casi terminado, como el propio Evaristo describió a este periódico el pasado mes de noviembre, con motivo de su más reciente concierto en Gasteiz. "Planes nos sobran, lo que pasa es que a veces no se pueden llevar a cabo todos los que tienes. De momento ya tenemos muy avanzado e incluso medio grabado lo que será el siguiente disco y si las lesiones nos respetan saldrá pronto a la calle", decía entonces el líder de la formación. Pues misión cumplida. El CD es realidad desde este martes 8.

Así las cosas, no hay duda de que donde el quinteto cobra todo su sentido es en directo y su agenda parece no detenerse nunca. Desde que se publicó Sex Pastels, el combo no ha tenido casi tiempo para el respiro y, de hecho, Sangre y mierda le pilla también en la carretera, con planes inmediatos como la participación en festivales de relevancia como el Viña Rock y el Derrame Rock. Claro que, de momento, nada se sabe de una posible presentación al uso en tierras alavesas. Eso, a buen seguro, tendrá que esperar. Ya se sabe que a la formación no le gusta cansar demasiado a su público más próximo.